Capítulo 4: Julieta tiene que ser hombre.

168 32 8
                                    

14 años

—¿Recuerdas cuando me besaste para que no te golpearan como a mi?—me preguntó Butters mientras hacía el proyecto que nos habían encargado en parejas.

—Por supuesto, ¿Cómo olvidar la vez que me dijiste que te gustaba y me robaste un beso para salvarme y que no nos golpearan?—y cómo no olvidarlo.

Los rostros de Jimmy y Clyde eran épicos, Kyle no paró de quejarse en toda la tarde diciendo que yo no podía besar a cualquiera, que el primer beso debía ser especial. Claro que le dije que me chupaba un huevo lo que pensara.
Prefería eso antes que a sus labios, sus dulces, interesados y judíos labios.

—Y después, cuando toda la escuela se enteró... ahora me da más risa que vergüenza —comentó.

Las chicas asiáticas de intercambio comenzaron a hacer dibujos de nosotros dos siendo pareja. Dibujos en los que nos besábamos, pasábamos tiempo juntos, pero sobre todo, dibujos donde Butters era una total puta pasiva. Tuve que amenazarlas para que no dañaran más mi reputación y al final terminaron cediendo y continuaron haciendo arte yaoi de Tweek y Craig, un par de idiotas que se hicieron las víctimas de las asiáticas.

Butters y yo nos habíamos convertido en grandes amigos después de todo. Se convirtió en mi puta mandadera.

—Pero sabes, yo creo que desde ese día y los días después... No le he caído ni un poquito bien a Kyle—dijo de pronto.

—¿Por qué lo dices?—estaba jugando Minecraft, creando un castillo.

—No lo sé, quizá porque siempre que vengo me ve con mala cara y me dice pendejo.

—Ya te lo había dicho Butters, es un judío hipócrita, tarde o temprano iba a sacar sus garras, sólo que conmigo no lo hace porque despedirían a su mamá.

—Yo creo que está celoso.

—¿Celoso? Kyle es un marica, pero no creo que esté interesado en ti.

—No tonto, celoso de ti. Creo que le gustas.

¿Gustarle a Kyle? No lo creo.

—No lo creo. Es que él siempre quiere ser el primero y el mejor en todo, sólo estaba enfadado porque probablemente el no había dado su primer beso y no quería que yo fuera el primero en darlo,  eso destruiría su orgullo judío, pero yo fui más inteligente—argumenté, odiaba cuando hacía esos comentarios. No quería hablar de ese pendejo.

—No estés tan seguro. Te apuesto a que si se enterara que tienes novio, reaccionaría igual que esa vez.

—Claro que reaccionaría así, yo habría tenido novio antes que él. ¿Acaso no me escuchas?—carajo.

Habíamos pasado a la pubertad y debo admitir que habíamos cambiado demasiado. Butters dejó de ser un perdedor por completo y pasó a cuidar un poco más su imagen, dejó crecer su pelo y desapareció su peinado estúpido que hasta había conseguido citas con algunas chicas. En cambio yo, podría decir que la pubertad me favoreció aún más a mi. Seguía siendo igual de atractivo aunque debo mencionar que he hecho un enorme esfuerzo por dejar de comer demasiado y me ha ayudado a bajar de peso, pero mis gorditos siguen aquí.

Es muy difícil de admitir, pero Kyle cambio aún más. Pasó a ser bastante atractivo, su pelo se hizo ondulado y supo sacarle provecho. Creció aún mas de estatura dejando ver una gran diferencia entre él y yo. Sus rasgos son finos, pero a pesar de esto parece muy varonil. Sobra decir que lo persiguen bastantes chicas.

Cásate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora