Capítulo 7.1: Este capítulo no fue escrito por un judío.

182 21 2
                                    

Hola, tarde mucho en subir este capítulo porque fue muy difícil escribirlo, mi cerebro se secó 😮‍💨. A continuación, en este capítulo la perspectiva de Kyle.

Me metí a mi habitación, fui a mi armario a sacar mi pijama, me vestí, me acosté y reflexioné sobre el día tan largo que había pasado. Miles de pensamientos inundaron mi mente, como el porqué estoy aquí, viviendo el momento. Las cosas pasan por algo, casualidad o destino, no lo sé, solo sucedieron.

Yo vivía en una familia normal; mis padres, mi hermano pequeño Ike que a pesar de ser adoptado, lo quería con toda mi alma, y yo. Mi padre era abogado y mi madre se dedicaba al hogar. Éramos muy felices, nuestra posición económica no era la mejor pero teníamos todo lo que necesitábamos y a veces algunas comodidades. Tan felices que no nos esperábamos lo que pasaría. Todo cambió cuando mi padre fue asesinado. Una persona que fue arrestada debido a su culpa decidió tomar una injusta venganza. Bueno, no fue culpa de mi papá; sino que ese sujeto robó a su cliente y no es por presumir, pero mi padre era el mejor de los abogados del estado. Logró que le dieran ciertos años de cárcel que causó su enojo y justo cuando se cumplieron los años de su condena, fue directo a matarlo. No se pudo hacer nada, el hombre lo tenía todo planeado, sabía a qué hora estaba trabajando y cuando estaba solo, porque aprovechó ese momento. Realmente yo no sabía mucho del tema y no quería saberlo; todo lo que sé me lo contó mi madre mucho tiempo después cuando ya tenía la edad suficiente para comprender.
Gracias a esto, quedamos en bancarrota ya que mi madre no trabajaba, no tenía alguna carrera que ejercer y los pocos ahorros que teníamos los gastamos para el funeral. La desesperanza nos inundó. Ike se la pasaba llorando todas las noches esperando que papá llegara a consolarlo, mi madre se encerraba en su habitación a llorar en silencio, mientras yo intentaba hacerme el fuerte, aunque muy dentro de mi sabía que eso estaba mal, que tenía que sacar todos mis sentimientos, pero no podía parecer débil ante Ike. Yo era el hombre de la casa ahora. Mi padre siempre me inculcó la idea de proteger a mi familia y así lo haría, haría lo que fuera por ellos. Ayudé a mi madre por un tiempo mientras ella trabajaba en un supermercado, con pequeños trabajos que mi corta edad me permitía, como vender cosas en las calles o hacer tareas a mis compañeros, pero ni así lográbamos ajustar para la renta. Tanto así que nos echaron de nuestra casa sin siquiera darnos la oportunidad de sacar nuestras pocas cosas que nos quedaban porque habíamos vendido bastantes. Con el poco dinero que tenía mi mamá guardado rentamos una habitación de hotel de mala muerte a duras penas. Ella me decía que aún tenía dinero de sobra para seguir rentando el cuarto, pero yo sabía perfectamente que era una mentira. Nada nos faltaba para dormir en la calle.

Justo cuando estábamos a punto de tocar fondo fuimos bendecidos con una oportunidad más. Íbamos caminando por la calle y visualizamos a una señora frente a un local de agencia de niñeras. Había salido muy molesta y se notaba desesperada. Nos miró pasar a un lado, examinó a mi mamá por unos segundos y le comentó que estaba buscando una niñera para su hijo, que la mayoría de las agencias la tenía en la lista negra sin ninguna razón válida. Necesitaba salir el día de hoy urgentemente y no tenía a quien dejar a su hijo. Agregó que tenía personal trabajando todo el tiempo en su casa, pero necesitaba alguien que se dedicara especialmente a su cuidado.
Ella le dijo que le había inspirado confianza, le ofreció el trabajo a mi mamá: casa, comida, seguro médico, además de una muy buena paga que sin dudar aceptó. Estuve tan feliz de escuchar esas palabras, para mi fue un completo milagro. Finalmente no nos tendríamos que preocupar por el mañana.

Mientras le contaba en que consistía el trabajo, mi mamá a la vez le contaba nuestra historia a la señora Liane Cartman, que así se llamaba. Nuestra historia la conmovió completamente, incluso hasta las lágrimas. Exigió que nos trasladáramos hoy mismo a su hogar y llegamos a la misma gracias a que la señora Cartman nos ofreció su chofer para llevarnos. Ella nos había dicho que tenía un solo hijo, que estaba muy feliz de que nos mudáramos Ike y yo porque ahora no estaría solo y tendría nuevos amigos, y yo estaba feliz porque creía que me haría su amigo y que no sería tan difícil adaptarme a esta nueva y maravillosa vida.

Cásate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora