Decisiones de Amor

Amor

*10 años después*

-Harold: Todo va a estar bien, Aaron, confía en tí.

-Aaron: ¿Me veo bien?

-Harold: Sí sí, te ves bien, excelente.
Ahora ve, acábalos, tigre.

*Aaron se presenta ante cientos de personas dentro de un auditorio, las cuales aplauden y silban de emoción. Él es ahora un psicólogo profesional y está a punto de dar una conferencia en vivo.*

-Aaron: *toca el micrófono y aclara su garganta*
Buenas tardes a todos.
Mi nombre es Aaron Jaiden Smith, psicólogo graduado del Instituto Politécnico del condado de Washington, con un doctorado en psicología clínica.

Hoy me presento ante ustedes como lo que verdaderamente soy, un ser humano, con virtudes e imperfecciones, errores y aciertos, pero único a su manera.

Ahora, se preguntaran cuál es el motivo de esta conferencia.
No, no vine para intentar leerles la mente, un psicólogo  no se dedica a eso.

*la gente se ríe*

-Aaron: Vine para destripar la historia detrás de mi más reciente obra, "Decisiones de Amor", un libro inspirado en mis más íntimas experiencias del pasado.

Como ustedes sabrán, fuí víctima de secuestro y tortura hace más de diez años. La noticia fue algo que apareció en todos los noticieros de Estados Unidos, y es conocido como el caso de secuestro más estúpido ocurrido en la década del 2030.

*la gente vuelve a reírse*

-Aaron: Sin embargo... Historias como estas nos enseñan que aún hay muchos aspectos que desconocemos de nuestra propia conducta, por lo cuál merecen ser estudiadas y analizadas, para poder llegar a tener un mayor entendimiento, una mayor consciencia sobre nosotros.

El amor es, probablemente, el sentimiento más complejo que existe. Es el que nos lleva a querer saltar desde un avión en paracaídas; el que nos impulsa a ser mejores personas, o a cometer crímenes espantosos en caso de sentirnos faltos de este.

Los seres humanos no somos buenos ni malos; entendemos siempre situaciones totales, y tomamos decisiones basándonos en lo que percibimos y en nuestras necesidades subjetivas.
No podemos culparnos de haber hecho interpretaciones erróneas de lo que pasa a nuestro alrededor.

Cada decisión que tomamos a lo largo de nuestra vida no solo tiene impacto en nosotros y en nuestra realidad, sino también en la de los demás. Es lo que sostiene la tercera ley de Newton: “Para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto”, o como a mí me gusta citarla... "Cada acción tiene sus consecuencias."

A lo largo de mi carrera, he encaminado a mis pacientes a darse cuenta de cómo impactan y son impactados por su entorno, ayudándoles a ser más conscientes de su manera de hacer las cosas y a considerar formas más útiles de llevarlas a cabo. Por supuesto, nunca está demás demás decirnos verdades a la cara, de vez en cuando es necesario hacerlo.

Sufrí mucho en el pasado, y sé que ustedes también lo han hecho, ya sea porque alguien los haya insultado, menospreciado por algo en concreto, incluso haber sufrido abuso físico y psicológico.

Sin embargo hay un hecho de la vida que es innegable a estas alturas...
No podemos seguir aferrándonos al pasado, ni podemos idealizar ni intentar predecir el futuro. Lo único que poseemos es el presente, el aquí y ahora.
El pasado quedó atrás, y el futuro todavía no ha sucedido.

Es de vital importancia permitirnos ser más reales, para los demás y con nosotros mismos; abandonar los pensamientos innecesarios; sentir, pero sentir de verdad; permitir que la emoción cohexista junto a la razón; y por supuesto, nunca dejar de ser críticos.

La sinceridad y el hablar desde el yo, sin juzgar ni reprender al otro es la mejor herramienta que hay a nuestro alcance.

El amor no es igual a perfección, pero la no perfección jamás equivale a tragedia.
El amor y el entendimiento es nuestra lupa a la hora de analizar nuestro comportamiento y el de los demás.

Para finalizar, ningún pensamiento o emoción dura para siempre. Todo en el universo fluye de manera constante. Si alguien no está destinado a pasar el resto de sus días contigo, es mejor soltar. No hay de qué alarmarse, la honestidad siempre es preferible a la postergación o las excusas.

El pasado ya está escrito, pero podemos escribir mejores historias en el presente.
Eres dueño y responsable de lo que hagas ahora, no esclavo de lo que fue o pudo haber sido.

Espero que mi discurso quede impreso en sus mentes, pues es una cuestión trascendental que nos engloba a todos.

Muchas gracias por escucharme.

*la gente aplaude, entre las personas de la multitud se encontraba Henry, que ya tenía barba de señor, escuchando la conferencia de Aaron*