Capítulo 11

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Rubius se quedó en la habitación por bastante tiempo, pensó en irse, en solo dejar ahí a su jefe enojado, al final a él no le importaba lo que él piense, pero otra parte de él se lo impedía, no quería estar enojado con Samuel, no quería que pensara que era un niño berrinchudo

Tomo aire antes de salir de la habitación de Samuel, camino hacia la oficina, en donde el mayor se encontraba recostado en su silla hablando por su móvil

-Sí, lo sé-un silencio- Está bien, yo mismo hablaré con ellos Luzu-el pelinegro río por lo bajo- No te preocupes, estaré mañana a primera hora

Se despidió del hermano de Rubius antes de dejar su móvil a un lado y concentrarse en su computador, no miró a Rubén en ningún momento

-¿Los domingos también trabajas?

-Tengo una reunión importante para mañana con el nuevo cliente ¿necesitas algo?

-Puedo ayudarte-Rubius se encogió de hombros

-No gracias, puedo solo ¿Te llamo un taxi?

El peliblanco trato de fingir que no le dolió el tono frío en el que lo dijo, entendía que su relación era puro sexo, pero aun así tampoco le gustaba que lo tratarán como un juguete que te puedes coger y luego desecharlo

-¿Quieres que me vaya?

-Es tu decisión Rubén, ya estás grandecito

El chico asintió despacio antes de bajar la cabeza para salir de la habitación, pero no podía, no podía dejar que eso terminara así, no dejaría que Sam lo tratara como lo que él ya sabía que era

-¿Así que eso es todo? ¿Así es como te vas a deshacer de mí? ¿Por un error que cometí?

-Fuiste irrespon...

-¡Ya lo sé!-Rubén volteo de golpe, sus ojos estaban con lágrimas- ¡Sé que fue irresponsable! ¡Sé que no debo beber así! ¡Pero es que no puedo controlarme!

-Puedes hacerte daño...

-¡Y eso es lo que busco joder! ¡No quiero sentir! ¡No quiero pensar! ¡Me emborracho para no pensar en la mierda de vida que llevo! ¡Para no tener a mi estúpido cerebro repitiendo una y otra vez el asco que doy!

En ese punto ya lágrimas caían por sus mejillas, no era de abrirse con las personas, pero Sam solo le hacía recordar que el solo seguía siendo el mismo niño idiota e irresponsable que se merecía un regaño de sus padres o hermano

-¡Sé que no soy bueno para nada! ¡Sé que solo sirvo para el puto sexo! ¡Sé que nadie me va a querer de ninguna manera! ¡Y también sé que soy un puñetero niñato irresponsable que solo jode la vida de las personas que lo rodean!

Tapó su rostro con sus manos tratando de calmarse, no le gustaba llorar porque parecía débil, pero de vez en cuando le daban esos bajones luego de tomar, y por mala suerte le había tocado justo frente a Samuel. Sintió movimiento, pero no quito las manos de su rostro hasta sentir como otras la tomaban

-No creo que seas un bueno para nada, ni tampoco un puñetero niñato

-Si lo soy- el peliblanco limpio sus lágrimas con el brazo de la polera- Pregúntaselo a mi madre o a Luzu, siempre estaba metido en problemas, siempre ellos tenían que salvarme, ahora te toco a ti

-Rubén, no estoy enojado por haber ido a ese sitio a sacarte, estoy enojado porque no quiero que te lastimes, no quiero que te hagas mal

-Solo borracho es cuando mejor me siento, eso y cuando me estoy acostando con algún idiota

-Eso dolió

Rubius río entrecortado por las lágrimas, antes de sentir como Samuel las limpiaba con sus manos, el peliblanco cerró los ojos al sentir ese toque

||Please, daddy|| 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora