Capítulo 30

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Tocó la puerta antes de abrirla, Sam estaba quitándose la camisa justo cuando entro cambiándose por una camiseta más casual. Rubius sonrió acercándose a la cama para sentarse en ella, con la mirada del pelinegro puesta en él

-Pensé que te demorarías más con Merli

-No me perdí mucho de la novela-Rubius río levemente

-Ya veo-Sam se acercó a él agachándose a su altura- Te noto raro, ¿seguro estás bien? Podemos pasar esto para mañana, no tendría problema con llevarte a casa

-No, estoy bien y te extrañe-Rubius envolvió sus brazos en su cuello

-Te voy a creer, aunque igual lo dudo- Sam dejo un beso en sus labios antes de pararse- Tengo unos papeles que redactar, pero los termino y estoy contigo, relájate por mientras

Samuel dejo otro cortó beso en sus labios antes de salir de la habitación, Rubius solo suspiro tirándose en la cama rendido, su cabeza daba vueltas a sus sentimientos y de cierta forma eso estaba haciéndole difícil concentrarse en el sexo. Curioso, considerando que la única cosa que lo mantenía junto a Samuel era eso

Luego de esperar casi treinta minutos se cansó, saco su portátil que llevaba en su maleta y se puso a ver una película echado en la cama. Tanta fue su concentración que no notó cuando Samuel entro y miro a Rubius boca abajo en su cama con los pies extendidos y la vista puesta en el portátil, sonrió sin querer por esa imagen, se veía tierno

Samuel noto que el chico se escondía entre sus brazos, debatiéndose si ver o no ver la película, se acercó lentamente para no asustarlo, pero cuando se sentó en la cama fue casi imposible

-¡Ostia puta!-Rubius tuvo que estabilizarse para no caer- ¡Samuel no vuelvas a hacer eso!

-Lo siento-el pelinegro reía al verlo así- No quería asustarte

-¡Lo hiciste igual subnormal!-se estiró para prender la lámpara antes de centrar la vista en el mayor y pausar la película- Lo siento, te demorabas mucho

-¿Porque te disculpas?

-Porque dijiste que me relaje, pero acabo de casi morir de un infarto y de paso se me fueron todas las ganas de tener sexo

-Es raro escuchar eso en ti

-¡Pues pasa bobo! ¡Gracias a ti! -Rubius río cruzando sus piernas- ¿No te molesta no hacer nada hoy? Puedo dormir en la habitación de invitados

-Rubén, te vengo diciendo desde que llegamos que no me molesta que no tengamos sexo hoy

-Sí, pero...vine a tu casa por eso, no a pasar el rato sin hacer nada

-Tampoco soy un gilipollas, no es no, y lo entiendo

-Bien-tomo su portátil para salir de la habitación- Me voy a la habitación de invitados

-Quédate acá, no hay problema, además que estoy más acostumbrado a dormir ahí que tú

-¿Porque no duermes con las personas que te acuestas?-Sam suspiró

-Porque siempre he creído que dormir con alguien es más íntimo que tener sexo

-Bueno si, pero...

-No duermes con una persona que no verás mañana, duermes con la persona que amas, con la persona que quieres tener en tus brazos al levantarte, con la que al abrir los ojos sea lo primero que vez

-¿Y nunca quisiste eso con nadie?

-Solo con mi ex-Rubius sintió un pinchazo en el pecho- Y mira como terminó

-Así que ¿Mejor no volver a hacerlo que sufrir? -Samuel asintió-Pero no puedes cerrarte a amar a alguien por una experiencia del pasado

-¿Tú estarías dispuesto a amar a alguien?

Rubius lamió sus labios antes de bajar la cabeza apenado, nunca había llegado a amar a nadie, tal vez a su hermano y su madre, sus amigos, pero ellos eran diferentes. Nunca había sentido ese sentimiento hacia otra persona, máximo había sentido un cariño, pero amor a una pareja, nunca

-No sé qué es amar a alguien, nunca lo he sentido, supongo que me cerré a eso luego de ser abandonado por tanta gente, mi padre, los falsos amigos, los chicos con los que me acostaba-el peliblanco suspiro al traer recuerdos a su cabeza- Nunca he pensado en tener a alguien que me quite la respiración cuando lo vea, ni que me ponga como loco el corazón, mucho menos que me haga vibrar cuando me bese, no sé, simplemente nunca pensé en que alguien podría llegar a amarme

-Yo creo que si-Rubius levantó la mirada hacia Samuel- Eres un gran chico, te escondes bajo esa máscara de problemático y duro, pero solo lo haces porque tienes miedo a enamorarte, a tener que depender de alguien, a que te dejen otra vez como lo hizo tu padre a tu madre

-¿Y qué me hace pensar que no será así? El amor es una mierda, pensamos que es algo lindo, pero solo te destruye, sea correspondido o no, te quita una parte de ti, te cambia, te vuelve idiota e inseguro, siempre estás con ese pensamiento de ¿Y qué pasaría si me deja? ¿Si ya no lo tengo? ¿Si se termina su amor por mí?

-Creo que solo te basas en la experiencia de tu madre

-Me baso en lo que he vivido, y solo vi como mi madre lloro por un hijo de puta que no la amaba-Rubius negó con la cabeza- Solo mírate a ti, eres una persona magnífica, pero por un corazón roto te cerraste a cualquier sentimiento de amor, eso apesta

-Sí, pero no me arrepiento de haber sentido eso por Gina, ella me enseñó que es amar a alguien al punto de no poder vivir sin ella, y sí, me rompió el corazón, pero al menos tendré en mi memoria que ame a alguien tan intensamente que me puedo dar por satisfecho

-Pero te cerró la oportunidad de volver a amar

-No me la cerró, quiero volver a sentir eso por alguien, pero no encuentro a la persona indicada

Rubius tomo aire bajando la cabeza otra vez, le había dolido eso, y si, sabía que él no podría ser la persona indicada para que Samuel volviera a sentir algo de amor, pero eso no significa que no le duele el saber que hasta en eso fracasaba. Por un momento se odio a sí mismo, por caer otra vez por alguien que nunca llegaría a sentir ni el mínimo cariño por él

-Es lindo saber que tienes oportunidad, pero yo no quiero amar a nadie, odiaría hacerlo-sintió la caricia de Sam en su rostro- No, para, no quiero tu lástima

-No es lástima, te comprendo de cierta manera

-No, no lo haces, tú no sabes lo que es querer abrirte al amor y que al final te destruyan la poca fe que tenías a eso, no sabes lo que es darle una oportunidad a esa persona que creías especial y que al final está te diga que no eres nada para él, que fuiste un simple juguete, que solo te quiere en su cama para divertirse

-Rubén...-el peliblanco se puso de pie de golpe

-No sabes de mí y yo no sé nada de ti, así que no digas que puedo amar a alguien cuando no es así, no quiero amar a nadie, no quiero depender de nadie más que de mí-Rubius apretó sus labios aguantando sus lágrimas- Mis relaciones se basan en tener sexo y punto, sin sentimiento de por medio

-Lo sé, de verdad, pero...

-¡No digas pero! ¡No hay pero! ¡Odio el amor! ¡Detesto el pensar que alguien puede hacerme sentir esa mierda! ¡Qué puede hacerme débil!

-No te hace débil

-Si lo hace, porque cuando te enamoras esa persona te tiene en su poder, porque con una simple palabra puede llegar a destruirte y armarte a la vez, puede hacerte sentir que vuelas, pero también que caes sin paracaídas, y no quiero eso, no quiero ser débil

Rubius tomo su portátil de nuevo para salir de la habitación, limpio sus lágrimas antes de caminar a la de invitados cerrando la puerta de golpe y recostándose en esta para llorar. Recordar cosas de su pasado solo era peor y más cuando por una estupidez de él, estaba cayendo en lo mismo con Samuel

||Please, daddy|| 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora