Capítulo 4

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El peliblanco soltó un suspiro cansado, no solo se había pasado toda la mañana haciendo documentos para Samuel y corriendo de allá para acá entregándolos, sino que a parte se había esmerado para molestar a su jefe, aunque más de una vez este había escapado de él metiéndose en su oficina

-Rubén-el menor soltó un suspiro antes de asomar su cabeza hacia la oficina de su jefe

-¿Yes daddy?-Samuel solo cerró los ojos, se estaba acostumbrando a las molestas provocaciones del chico en el día

-Ven, necesito mostrarte unas correcciones que quiero que le hagas a un documento

Rubén puso los ojos en blanco antes de entrar a la oficina, jalo una de las sillas para sentarse a lado de su jefe, Samuel se limitó a mirarlo con una ceja levantada

-No pienso quedarme parado, llevo todo el día corriendo de un lado al otro por ti

-Bienvenido al mundo del trabajo niño consentido

Rubius le mostró el dedo medio antes de centrar su vista en el computador, Samuel suspiro antes de comenzar su explicación hacia lo que el chico tenía que hacer. No pasaron ni quince minutos antes de que Luzu apareciera en su puerta

-¡Hey de Luque! Veo que mi hermanito te está siendo de ayuda

-Sí, incluso por fin pude darle un día libre a Akira luego de mucho tiempo

-Me dijiste que era su día libre, no que tú se lo diste-Rubén tenía el ceño fruncido hacia el pelinegro

-¡Rubén! Modales, es tu jefe

El peliblanco puso los ojos en blanco antes de volver su vista al ordenador, los dos mayores se enfrascaron en una conversación que al instante aburrió al menor, por lo que solo se concentró en pasar su vista por la pantalla y apuntar lo necesario.

Fue hasta que bajo la mirada hacia los pantalones de Samuel que una idea se le ocurrió, era el momento definitivo para llegar al límite de su jefe. Sintió a Samuel sobresaltarse cuando sintió su mano en su pierna

-¿Estas bien Sam?-el pelinegro sonrió antes de asentir hacia su hermano

-Sí, solo...me acordé de algo ¿qué decías?

Rubén aprovecho que el mayor estaba concentrado en hablar con su hermano para deslizar su mano por toda su pierna de arriba abajo suavemente hasta llegar a su entrepierna, Samuel dejo de hablar en ese momento disimulando

Complacido con la reacción del pelinegro siguió con su trabajo, acarició por encima del pantalón el miembro de Samuel, el cual cada vez se endurecía más bajo sus dedos, fue cuando el mayor soltó un suspiro que por fin Luzu lo miro extrañado

-¿Seguro estás bien?

-Sí, sí, pero tengo que enseñarle algunas cosas a Rubén aún, puedes...

-Oh sí, te veo luego en mi oficina, necesitamos aclarar ese tema

Samuel asintió de manera rápida viendo cómo su socio salía de su oficina cerrando la puerta después de él, cuando ya no vio ni rastro del cabello castaño de Luzu tomo la mano de Rubén alejándola de su entrepierna bruscamente

-¿Que carajos te pasa? ¡Luzu nos podía haber descubierto!

-Lo siento daddy, solo quería darte placer-los ojos de Rubén demostraban inocencia, pero era lo que menos tenía en ese momento

-Te estás metiendo con fuego príncipe-el peliblanco se acercó a su cara con una sonrisa

-Estoy dispuesto a quemarme en el infierno si es necesario

||Please, daddy|| 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora