Capítulo 3

2.5K 238 40
                                    

Se negó a ponerse saco por segunda vez, solo tenía una camisa de manga larga que al menos lo cubría del frío de la ciudad. Para su suerte pudo sentir la calefacción cuando entro al pequeño lugar en donde estaban los cubículos de los becarios

-¡Buenos días Rubius!-Nieves asomó su cabeza por la pequeña pared

-¿Cómo tienes tan buen humor a esta hora?

-Yo lo llamo dos tazas de café y el miedo a que me despidan

Rubius río antes de acomodarse en su pequeño cubículo, había llegado solo unos minutos antes de que comenzara su trabajo, así que aprovecharía para ponerse cómodo. Su plan no pudo llevarse a cabo porque ya tenía a Samuel a un lado de su cubículo con los brazos cruzados

-Oh vamos, acabo de llegar

-Me vas a acompañar todo el día, necesito que me ayudes tomando apuntes y redactando documentos

-¿Para eso no tienes a la rubia sexy? Digo, por algo le pagas bien

Rubén le sonrió burlón dándole doble sentido a la frase y ganando más de una de las miradas de los becarios a su alrededor, nadie le respondía así a Samuel de Luque, era uno de los más altos cargos en la empresa

-Hoy tiene el día libre, así que tú serás el encargado de todo-Samuel le dio la espalda para caminar fuera del lugar- Te quiero en mi oficina en menos de cinco minutos

Con una simple mirada el pelinegro hizo que todos regresarán a hacer lo que hacían antes de parecer unos chismosos, complacido con eso salió del lugar con paso firme

-¿Estás loco? Entiendo que seas dueño de mitad de esta empresa, pero ¿Cómo se te ocurre hablarle así a Samuel de Luque?

-Ni que fuera un puto dios intocable- Rubén se puso de pie soltando un suspiro- Ahora tengo que estar con él todo el día, deséame suerte

-¡Suerte!

Rubius camino con paso perezoso hacia la oficina de su jefe, por alguna razón sentía que Samuel estaba haciendo esto para molestarlo, como para hacerlo ver qué no iba a hacer enojar a su hermano a costas de él

-Te aviso que no pienso traerte tu café o lo que haga tu rubia secretaria-Rubén entro sin tocar a la oficina ganándose una mala mirada de Sam

-¿Que dijimos ayer del respeto? Soy tu jefe...

-Como sea, sabes bien que estoy aquí por el castigo divino de mi hermano, no me trates como otro de esos becarios

-Para mí lo eres, puedes ser hermano de Luzu, pero eso no quita que ahora mismo eres mi becario y puedo hacer lo que se me dé la gana contigo

-¿Es una propuesta indecente?

Rubén le sonrió coqueto haciendo que el pelinegro soltara una risita antes de ponerse de pie y caminar con paso lento pero firme hacia él

-Ya te dije que eso nunca va a pasar, eres el hermano menor de mi socio y mi empleado

-Lo segundo es una excusa estúpida considerando que te acuestas con...

-¿Tanto te molesta que me acueste con mi secretaria? Porque no dejas de mencionarlo

-No me interesa en donde metas tu pene, así que no te hagas el interesante conmigo-Samuel río acercándose peligrosamente a él

-Tu eres el que me está buscando Rubén, así que para si no quieres jugar con fuego

El pelinegro paso por su lado dirigiéndose hacia la puerta, Rubén tardo unos minutos en recuperarse y caminar hacia donde el mayor había ido

||Please, daddy|| 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora