Capítulo 5

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Dos días, habían pasado dos putos días y Samuel no le había pedido otra mamada ni ningún rastro de sexo. El peliblanco obviamente se enojó, es más, estaba indignado, simplemente se había deshecho de él luego de conseguir placer ¿y el que? También quería probar que era tener sexo con Samuel de Luque

Maldijo por sexta vez mientras metía su cabeza más escondida en el asqueroso cubículo que tenía como becario, pudo sentir la mirada de Nieves sobre él, pero decidió ignorarla. Estaba con un humor maldito desde ese día, más que todo porque la secretaría rubia ya había regresado, y no, ahí no terminaba la cosa, la bruja había dejado en claro en la oficina que se había acostado con Samuel la noche anterior, incluso mostraba el chupetón que le había hecho el mayor con orgullo

-Rub ¿estás bien?

-Estoy bien-gruño

No estaba bien, necesitaba golpear a su jefe o una dosis de sexo urgente, no había podido salir estos días porque el idiota lo había llenado de trabajo, además que todos los días llegaba muerto y se encerraba en su departamento sin querer hablar con nadie. Samuel no solo le había negado tener sexo con él, sino que además le había jodido sus oportunidades para tenerlo con otros

-Uy, alguien tiene una cara de mierda-Rubén levantó la mirada hacia un Alex risueño

-Tengo ganas de matar a un enano, ¿Sabes de alguno?

-No, pero sí sé que tu jefe me mandó a decir que quiere verte

-¡Que lo jodan!

Pudo escuchar el grito interno que pegaron todos los de su alrededor, si bien ya sabían que era el hermano del jefe mayor, por alguna razón todos se asustaban cuando hablaban así de Samuel

-Creo que deberías ir, tal vez es urgente

Rubén soltó un gruñido antes de pararse enojado y caminar hacia la oficina de su jefe, ni si quiera pregunto si estaba o no ocupado a Akira, simplemente entro empujando la puerta enojado

-Señor, disculpe, lo trate de detener, pero...

-Está bien Akira, puedes salir

Rubén le dedicó una sonrisa de superioridad antes de que la rubia saliera de la oficina, cuando estuvieron solos por fin se notó la tensión, aunque por parte de Rubén era más odio que otra cosa

-¿Porque estás tan enojado?

-¿Que te importa?-Sam río al escuchar su tono tan brusco

-Está bien, no vuelvo a preguntar

-¿Para qué me llamaste? Dijeron que era algo urgente

-Sí, estamos a nada de firmar un gran contrato con una empresa enorme, pero para esto tenemos que revisar muchos papeles y documentos importantes antes de aceptar el trato

-¿Y qué tengo que ver yo ahí?

-Necesito que me ayudes en eso

-¡¿Me estás jodiendo?!

Sam lo miro mal, pero Rubius ni se inmutó, en realidad le regreso la mirada con más intensidad

-Es viernes, llevo toda la puta semana trabajando, quiero salir, divertirme, tener una puta sesión de sexo con algún desconocido, tal vez emborracharme hasta perder la conciencia y llevarme a un idiota a mi departamento para seguir teniendo sexo, así que si me disculpas...

Rubén se dio la vuelta dispuesto a irse, pero una mano se lo prohibió, Samuel tenía su mano apoyada en la puerta evitando que el chico salga mientras que su respiración chocaba con el cuello y oído de este

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