Capítulo 48

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Habían pasado dos meses desde que Rubius se había confesado con sus sentimientos, Samuel no había vuelto a hablar con él, no porque no quería, sino porque el chico parecía evitarlo de todas las formas posibles obligándolo a que más de una vez tenga que hacer alguna pregunta de trabajo por medio de Luzu o Auron, además que casi nunca lo veía en la empresa

-¡¿Cómo carajos no se va a tener lista la campaña para la empresa de cosméticos?! ¡Se las di hace tres semanas!

-Lo siento señor De Luque, pero me dijeron...-la castaña bajo la cabeza

-¡No quiero ningún pero! ¡Quiero eso listo ya!

La nueva becaria asintió varias veces antes de salir con paso rápido de la oficina encontrándose con Mónica que venía entrando con un sobre. La chica miró a la becaria que salía con cara asustada para luego mirar a Samuel con gesto de reproche

-No deberías tratarla así

-Es una incompetente- Sam suspiro apoyándose en su escritorio- ¿Qué quieres?

-Oye, entiendo que estés de mal humor, pero no te la agarres conmigo...ni con los pobres trabajadores

-Solo habla de una vez- Mónica puso los ojos en blanco antes de lanzar el sobre sobre su escritorio

-Es el contrato de la empresa de Francia, solo falta tu firma y la de Rubén- Sam levantó la mirada al escuchar el nombre del peliblanco

-¿Aún no lo firma?

-No, ha estado algo ocupado, casi nunca viene a la empresa

-¿Porqué?

-Yo que sé, seguro se encontró a otro juguete sexual con el cual divertirse- Mónica río pero al notar la cara de Samuel se quedó callada- Solo era un chiste, ya sabes cómo es Rubén, Luzu siempre nos decía de su hermanito problemático...

-Ya no es así, es más responsable

-Supongo que si, por algo Luzu hizo que se encargará de su boda- Sam frunció el ceño por eso- ¿No sabias? Está ayudando a Luzu con su boda, tal vez esa es la razón por la que no viene por acá, se quiere mantener lo más lejos de la empresa

Mónica volvió a reír antes de darse la vuelta y salir de la oficina. Para ella el último comentario era una simple broma, pero a Samuel le había afectado, porque lo más seguro era que si era cierto, tal vez Rubén no quería estar cerca de él y por eso se mantenía ocupado en otras cosas, tal vez por eso ni si quiera quería poner un pie en la empresa todos estos dos meses

Se sentó en su silla ocultando su rostro en sus manos que estaban apoyadas en el escritorio, llevaba días sin dormir, no podía quitarse de la cabeza el rostro lloroso de Rubius al decirle que no podía quererlo. Y es que a él mismo le había dolido decirlo, pero si no quería volver a quedarse completamente solo tenía que guardar sus sentimientos, aunque tuviera que dañar a Rubén y de paso a él mismo.

La puerta lo volvió a traer a la realidad haciendo que levantará su cabeza, de ella se asomó una cabellera rubia que lo hizo poner los ojos en blanco para regresar a la posición de antes. Pudo escuchar la puerta cerrar y luego el sonido del taconeo de los zapatos altos de Akira por la oficina

-Samuel

-Señor De Luque, recuerda que soy tu jefe- pudo escuchar un suspiro de la chica

-Señor De Luque, lo veo algo cansado, ¿necesita algún café o algo más?

-Necesito estar solo, gracias- los pasos se hicieron más cercanos hasta llegar a su lado- Akira, ahora mismo no tengo ni tiempo ni ganas para sacarte de mi oficina, así que solo vete

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