||Please, daddy|| 🔞

Capítulo 47

Lolito fue el que lo recibió en su departamento, por suerte Mangel tenía una llave de repuesto, porque no sabía cómo hubiera abierto la puerta con su cuerpo temblando por aguantarse el explotar a llorar.

Cuando entro por la puerta Nieves fue la primera en acercarse a él, Alex y Mangel se mantuvieron sentados, viendo a su amigo

-Cariño, ¿qué pasó?

-Yo...yo...

Rubén se soltó a llorar siendo abrazado por la pelirroja la cual lo ayudo a sentarse recibiendo todos los ánimos de los demás.

-Fui un idiota, no debí ilusionarme, no debí pensar en que podía pasar algo- Rub hablaba entre llantos

-No, no lo eres, no se manda en el corazón, te lo dije

-¡Pues debería Mangel! ¡Así no lo tendría roto ahora mismo!

-Venga, no digas eso cariño

-Debí suponer que no sentía nada, me dejó claro que nunca podría enamorarse

-Bueno, lo mismo pensabas tú y mira lo que paso- Alex estiró su mano tomando la suya- Solo tuviste esperanza Ru

-No debí enamorarme, debí seguir disfrutando de que teníamos sexo y punto

-El amor es complicado, siempre te lo hemos dicho- Lolito acarició la cabeza de Rubén- Pero no por esa razón te puedes cerrar toda la vida a el, hoy tienes el corazón roto por alguien, pero quién sabe si en un futuro encuentras al indicado

-No hay indicado, el amor es una mierda

-No digas eso- Nieves lo abrazo más fuerte- Entiendo que estés enamorado de Samuel, pero nunca sabes si comenzarás a sentir eso por otra persona en un futuro

-Además, ¿Samuel te dijo directamente que no te quiere?

-¿Enserio Mangel? Me dijo que era la única regla que no rompía

-Sí, bueno, pero...

-¡No siente nada por mí! ¡Está más que claro sino no estaría aquí llorando!

Alex le hizo una mueca a Mangel que suspiro para quedarse callado, aunque no se podía sacar algo de la cabeza ¿porque Samuel se había tomado el tiempo de hablar con Rubén y no le había cortado ni bien llegaron de París? Alguien que decía no sentir nada por ti y que sólo fue sexo no lo volvería a buscar, como lo hizo el primer chico que rompió el corazón de Rub. Algo no cuadraba, Mangel estaba seguro de que había más que lo que decía Samuel

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Rubius suspiro recostándose en su silla y cerrando los ojos por un momento, se había centrado tanto en el trabajo que incluso se había olvidado de almorzar, al menos tenia a Nieves para recordárselo. Había pasado una semana desde lo que paso y su manera más coherente para evitar a Samuel había sido decir que estaba a tope de trabajo, ni Luzu ni Auron se atrevieron a darle la contra por lo que estaba siendo relativamente fácil para él llevarlo mejor.

Dos golpes en la puerta hicieron que abriera sus ojos y se pusiera recto del pánico, no creía que podía ser Samuel, pero tampoco había más opciones, tanto sus amigos como su hermano y cuñado entraban sin tocar. El aire solo salió de su cuerpo cuando la cabecita castaña de Fargan se dejó ver, haciendo que tratara de sonreír levemente para no levantar sospechas

-Hola

-Hola ¿Qué haces aquí?

-Pensé en pasar y por fin conocer el lugar en donde trabajas- miro alrededor- Linda oficina