Capítulo 36

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-Extrañaba mover el brazo libremente

-A mí me gustabas cuando no podías moverte

Alex lo miro mal antes de dejar una pila de papeles frente a él, Luzu lo había mandado para que lo ayude en el área de diseño en el nuevo proyecto que tenían con un cliente francés. Para su suerte, el asunto lo había mantenido ocupado, tanto que no pensó en el pelinegro de ojos amatistas que había descubierto que ocupaba su mente todo el día

-¿Has hablado con él?

-No, no lo he visto toda la semana

Rubius hizo puchero sin levantar la vista de los diseños que tenía, le había contado a Alex su desafortunada vida amorosa cuando fue a ver a Mangel al día siguiente que despertó, para su suerte, su amigo no le había reprochado que se metió con su ex jefe, incluso lo aconsejó igual que Mangel

-¿Le piensas decir?

-No lo sé, aún estoy analizando la situación

-Nieves dice que lo mejor es que se lo digas, así tienes claro lo que puedes esperar de él

-Ya se lo que puedo esperar de él, y es una patada en el culo fuera de su vida

-Oye, no me lo digas a mí, díselo a la pelirroja romántica

El peliblanco suspiro, su amiga también se había enterado, pero esa no fue su decisión, más bien fue un descuido de Alex en una de sus reuniones para ver películas en su casa. Al idiota de su amigo se le escapó una broma, causando curiosidad en la pelirroja y haciendo que Rub le cuente todo

Tenía suerte de tener a Nieves, era la que siempre le estaba dando esperanzas de que Samuel sentía lo mismo por él, aunque era porque es una romántica empedernida

-No quiero que nuestra relación termine

-¿Estás dispuesto a ocultar tus sentimientos solo para seguir teniendo sexo con él?

-No solo es el sexo Alex, es...él, me hace sentir bien estar con él

-Pero también te haces daño por la misma razón- el pelinegro se apoyó en la silla- Yo pienso que debes terminar todo, así no te haces daño al saber que no te quiere

-Mangel dice lo mismo, pero solo si estoy completamente seguro de que Sam no siente lo mismo por mí

-¿Y lo estás?

Se quedó pensando por un momento, tenía claro que Sam no creía en el amor, se lo había dicho cuando comenzaron con su jueguito, pero él también dijo que no se enamoraría y ahí estaba, analizando si jugársela por alguien

-No sé, a veces creo que sí, pero otras veces pareciera que siente algo

-Te podrías sacar la duda si le dijeras

-Ay ya cállate

Alex río justo en el momento que la puerta se abrió, Sam entro sin tocar quedándose en la entrada al ver al pelinegro, sonrió con educación acercándose al escritorio

-Hola Alex, veo que ya estás mejor

-Sí, gracias por preocuparse señor De Luque, por cierto, yo ya me iba- Alex tomo una carpeta antes de pararse- Me avisas cualquier cosa, revisaré el presupuesto de la propuesta

-Bien, dile a Luzu que luego voy a hablar con él

El pelinegro asintió antes de salir de la oficina guiñándole el ojo a su amigo, Rubius lo maldijo internamente, solo había logrado ponerlo nervioso

-Hola ¿paso algo?

-Sí, pasa que no te he podido ver toda la semana-Sam se acercó a él apoyándose a un lado de su escritorio- ¿Mucho trabajo?

-El cliente de Francia es muy exquisito en lo que pidió, Luzu está tratando de retenerlo y me pidió apoyo

-Ya, yo también lo estoy ayudando, es mi cliente después de todo

-No sabía que era tuyo

-Yo hice que firmara un contrato con nosotros, es mi deber mantenerlo

Rubius asintió lentamente, había leído todos los papeles y en ninguno decía que Samuel era el encargado del negocio, si hubiera sabido no lo aceptaba, necesitaba un poco de espacio del pelinegro

-Hey, ¿qué pasa? -Rub levantó su mirada hacia el- Te quedaste pensativo

-No es nada, solo pensaba en lo que te debió haber costado conseguirlo

-Sí, un poco, pero no hablemos de trabajo- Sam tomo su mentón haciendo que se acercara a él- Porque no mejor hablamos de este fin de semana

-Es que...

-Venga, no te veo hace dos semanas porque siempre estás cancelando, la última vez que lo hicimos fue en mi oficina y ni si quiera hubo segunda ronda

-He estado con el trabajo y con el hecho de que Mangel recién se está recuperando completamente

-Lo sé, estabas preocupado por tu amigo, pero también daddy necesita atención-dejo un corto beso en sus labios- ¿Te veo luego del trabajo?

-¿Hoy?

-Sí, así tenemos toda la noche y el sábado para nosotros- Sam dejo otro beso en sus labios- El domingo puede ser que te deje descansar

-No sé...

-Rub, por favor, te necesito

Su cuerpo tembló por ese pedido, podía negarse muchas veces, pero no solo su cuerpo quería aceptar, sino que su corazón le gritaba de que le dijera que si, aunque doliera

-Bien, te veo al terminar- noto la sonrisa de Samuel

-Genial

Un último beso fue a parar a sus labios antes de salir de su oficina a paso rápido, cuando la puerta se cerró el peliblanco se dejó caer en su escritorio maldiciendo su débil fuerza de voluntad

||Please, daddy|| 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora