𝐌𝐎𝐑𝐏𝐇𝐄𝐔𝐒

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Amaia se había quedado sin palabras con una expresión rara, Morfeo no sabía descifrar si era de enojo o sopresa. La lluvia comenzó despertando a la arcangel de su shock. Asher seguía confundido. Esa persona no podía ser un simple extraño si Amaia reaccionaba de esa forma. Y es que ella no se sentía lista para volver a verlo, necesitaba prepararse mentalmente al menos un par de siglos más.

Sorpresivamente, Morfeo dió el primer paso acercándose. Todo el aire que Maia había almacenado se esfumó de sus pulmones. ¿Que iba a hacerle? ¿Enviarla con su hermano Lucifer cómo a Nada?

No sé secreto que Morfeo era orgulloso y tenía un ego demasiado grande. Si era contradecido, incluso por la mujer que amará, sin duda actuaría en su contra. Se mantuvo firme.

Ella era la hija favorita del creador, y sin importar que el estuviera enojado no permitiría que nada le pase. Y si no era así, Michael tampoco le pasaría por alto si Sueño hiciera algo.

—¿Que es lo que necesitas, Morfeo?— pregunta con firmeza.

—¿Morfeo?— Asher se muestra confundido.

—Amaia, tu rostro ahora es diferente— aún no podía explicar el poder que tenía el tono de voz de Morfeo sobre ella.

El pelinegro que estaba frente a ella tocó su rostro con delicadeza como si tuviera miedo de que de que se fuera romper. Deslizó su pulgar hasta la comisura de su labio.

Fue entonces que algo tomo su muñeca con fuerza deteniendo sus acciones. Amaia quien no podía pensar correctamente recordó a Asher.

—No puede tocar así a mi novia.

Lo había estropeado. Asher básicamente acaba de hacer la estupidez más grande del universo.

—Un humano— Morfeo lo mira con frialdad, su expresión había cambiado—. Amaia... Necesito hablar contigo, sin tu mascota.

Ya no era el rostro afligido, ahora parecía molestó por la insolencia del humano al interrumpir su reencuentro y llamarla mi novia. Asher apretaba su mano con fuerza.

Amaia retrocedió unos pasos atrayendo la atención de los dos.

—Está lloviendo, debemos refugiarnos— los esquivó para seguir el camino a su casa.

Casi como dos imanes, Morfeo y Asher caminaron detrás de ella. Amaia pudo hacer mil cosas, defender a Asher pero eso volvería más complicado el tema de que el justo acababa de llamarla su novia.

El edificio ya no estaban tan lejos más a la velocidad que iban por la lluvia. Entraron mojados de pies a cabeza. Subiendo al elevador para ir lo más rápido a sus apartamentos.

Amaia seguía en silencio, pensando en como hablar con su ex amante.

—¿Por qué nos sigue?— pregunta Asher con desagrado.

—No te sigo a ti, humano, la sigo a ella— corrige frívolo.

—¿Lo conoces, Maia?— el humano intenta alejar a Amaia de el.

—Si, lo conozco— acepta ella vagamente sin mirarlos.

—¿No es muy grande para ti...?— cuestiona abrazando los hombros de Maia protegiéndola.

—Insolente— murmura malhumorado el pelinegro

Amaia se gira hacia el con una cara frustrada levantando su mano para pasarla por su cabello.

—¿Quieres hablar? Hablemos en mi departamento— sentencia.

—Maia, no tienes que hablar con el— asegura Asher—. Llamaré a la policía.

𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎- 𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐝𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora