𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎- 𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐝𝐦𝐚𝐧

𝐓𝐇𝐄 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆𝐄𝐒𝐓

La voz del Corintio recorría todo el lugar, habían llegado tan pronto Fiddler's Green les dió la ubicación de Rose Walker para salvarla. La pesadilla se dió cuenta de la presencia de la pareja en medio del pasillo.

—Y reyes de la noche— sentencia.

Todos esos humanos que ahora mismo se encontraban con los ojos cerrados en un trance de sueño. Mientras el causante de esto seguía de pie en el podio.

—Me decepcionas, Corintio— dice Morfeo—. Tu y estos humanos...— la pareja comenzó a avanzar—. Que has inspirado y creado, me decepcionan.

—Hice mi mejor esfuerzo para ser lo que me hiciste— confesó neutral

—No...— el niega—. Hiciste el peor, en muchas maneras era lo que esperaba, eras mi obra maestra, un espejo oscuro para reflejar todo lo que la humanidad no quiere confrontar.

Amaia se separó de su esposo caminando a la izquierda de forma contraria a su esposo. El Corintio iba a retroceder pero lo estaban rodeando.

—Y eso es lo que soy— aseguró—. Fue lo que hice.

—No— corta Morfeo—. Mírate, llevas más de un siglo en esta tierra infectando a otros con tu visto por la muerte— reclama con severidad—. ¿Pero que les has dado? ¿Que has creado? Nada.

—Solo otra cosa que le da miedo a las personas— la voz suave de la reina lo hizo temblar, de alguna forma era amenazante—. Es todo.

—¿Y que harán ahora?— pregunta el rubio inflo su pecho—. ¿Me enviaran de vuelta a los sueños, Morfeo, Amaia?— una ruido metálico—. Porque no ire de buena gana.

—¿Un cuchillo?— pregunta Morfeo acercándose aún más a la pesadilla—. ¿Contra un sueño?

—¿Creen que lo sueños no mueren? ¡A ver si es cierto!— invito.

—Basta— Sueño levanta su mano empezando a utilizar su poder.

El Corintio apuñaló su mano rápidamente. Lo que hizo que el rey del sueño se arrodillara tomando su mano adolorido.

Amaia se dió cuenta rápidamente de que no estaba sanando.

—¿Cómo?— quiere saber la arcángel.

—Tengo a Rose Walker aumentando su poder con cada segundo mientras Sueño se debilita y tomara su lugar en el centro de la Ensoñación— explica —. Va a derribar las barreras que dividen las me yes de los soñadores... Y ahora todos están soñando lo mismo, un sueño que yo inspiré.

—No...

—Ya está sucediendo, no pueden hacer nada, ahora ella duerme y está soñando.

—¿Entonces Rose está a nuestro alcance?— pregunta curiosa la arcangel aún sin moverse detrás del Corintio.

—Ay... Creo que ya no lo está— se jacta—. Ya que sabe que estas planeando matarla.

Amaia cerro los ojos siendo transportada al sueño de Rose Walker.

—Es lo que el sueña—la voz de su esposo llena sus oídos—. Para tu mundo.

—¡Hágamos lo tuyo! ¡Lo que tú quieras, Rose! ¡Una página en blanco!

La mujer que estaba mirando a los niños como una presa y el hermano menor del vórtice desaparecieron en un halo de luz.

—¿Dónde está Jed?— pregunta confundida.

—Jed, está bien, está arriba, durmiendo junto a ti— asegura el Corintio—. ¡Este sueño ahora es tuyo! ¡LA ENSOÑACIÓN ES TUYA!

—¿Que la Ensoñación es tuya? ¿Es lo que te dijo?— pregunta Morfeo.