𝐁𝐑𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑

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—¿Por qué cambia el color de tu ropa?— pregunta Morfeo.

Amaia utilizaba su magia para volver negras todas sus prendas al igual que su pareja. Ella sacudió un poco de polvo.

—Estos son sus dominios— responde simplemente.

Matthew estaba confundido, lo cual era normal.

—Entonces, ¿El infierno si existe?

—Existe, para algunos— el cuervo seguía en el hombro de Amaia.

—¿No existen si tú no crees en el?—volvio a preguntar el cuervo.

Morfeo mira al cuervo.

—¿Creías en el infierno? Cuando eras un hombre.

—Si... Bueno, no esperaba que infierno... Fuera... bueno frío...— agita sus alas—. Entonces... ¿Hacia donde hay que ir?

—Sugiero que sigamos a los malditos.

—En ese caso— Amaia proyecto su magia de color violeta rodeando a su marido para seguirlos—. ¿Que? Son nuevos— señala su zapatos.

—¿Así que traes tu propio fuego al infierno?— vuelve a preguntar Matthew.

—¿Estarás bien?— pregunta Morfeo a Amaia. Ella mueve la cabeza diciendo que si.

El camino fue lento,  pero finalmente pudieron llegará a las puertas del infierno, los últimos malditos caminaban con pesadez atravesando las puertas. La pareja se quedó varada frente a la entrada.

Amaia tuvo una buena relación con Samael, a veces tenían conflictos como el día que conoció a Morfeo. Pero al final de cuentas ellos eran hermanos. Claro. Que su relación se perdió cuando Amaia no intervino a su favor en la rebelión.

En cambio solo optó por quedarse a lado de Dios mientras Michael lo expulsaba de la ciudad plateada.

—¿No entraremos a escondidas con ellos?

—Un rey no puede entrar al reino de otro monarca sin invitación— Morfeo miro a su esposa—. Hay reglas, protocolos que debemos obedecer.

El sonido de la reja los hizo avanza dentro de la cueva con cautela. Morfeo tomo la delantera acercándose al tambor. Algo se movió entre la pared para darle al pelinegro el objeto que debía utilizar para tocarla.

La tomo teniendo que ejercer un poco de fuerza para quitarselo de la mano. Así que la cosa volvió a su posición inicial. Sin perder el tiempo tocó con fuerza el tambor. Haciendo que los cráneo que estaban ahí comenzarán a gritar horrible.

Esperaron un poco, pero como están previsto el demonio apareció caminando hasta la reja.

—Hay uno en la entrada, en la puerta de la condenación— recito deteniéndose—. ¿Es ramera? ¿Matón? ¿O ladrón? Hay uno en la entrada, tiene su estancia asegurada hasta el final de la creación— se burló mientras veía a la pareja acercarse.

—Saludos, Orondoiflado—Morfeo se puso un paso al frente de Amaia para protegerla de la mirada insistente del demonio—. Solicitamos audiencia con tu soberano.

—¿Y quién lo busca?— el demonio esbozó una sonrisa burlona.

—Somos los reyes de los sueños, regidores de los señoríos de las pesadillas— menciona el pelinegro toma el su mano con cuidado.

—Si, payasos— escupe—. ¿Dónde están sus coronas?

Morfeo miro a su esposa. El infierno era particularmente hostil con Amaia por ser un arcángel, no debería estar ahí a menos que le ofreciera la ayuda que le negó a Lucifer cuando esté cayó junto a sus cómplices.

𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎- 𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐝𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora