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Xiao Zhan se había infiltrado en el hospital para buscar información. Sabia la red de cámaras que tenían, y este fingiendo, tocaba la pared haciendo creer a todos lo que lo miraban que no sabía por dónde andaba.

—Seguridad hay un hombre ciego en los pasillos, creo que se perdió — dijo uno de los guardias sin interés.

Captaron el mensaje y de inmediato fueron donde se encontraba, siendo demasiado tarde, el hombre ciego ya había encontrado al almacén, donde abrió la puerta que ante la vista de cualquier parecía estar abierta, sin saber que fue arrancada de un solo portazo.

Dentro del almacén la cámara de seguridad había dejado de funcionar hace un par de horas, él logró tomar la bala con la que le habían disparado a su esposo y simplemente tomó la evidencia antes de volver a fingir.

—Disculpen... ¿hay alguien? — gritó, antes de que el guardia finalmente abriera la puerta.

—¿Qué estas haciendo aquí? — le dijo con disgusto.

—Lo siento, es que le dispararon a mi esposo... — comenzó a llorar — el era quien me guiaba y ahora no sé dónde estoy.

Valiéndose de la lastima que ocasionaba en las personas, hizo su cometido, el guardia lo tomó del brazo para guiarlo.

—¿Quieres que te lleve donde esta tu... esposo? — Xiao Zhan sintió el asco del guardia al decir esas palabras.

Tenia ganas de quitarle el arma de fuego que tenía y metérsela en el ojo, pero no podía hacerlo en esos momentos.

—No, iba a ir a casa a cambiarme, ¿podría llevarme a la salida? — el plan de Xiao Zhan era distraer a todos lo que podía mientras un enfermero el cual había sobornado pudiera sacar a Yibo.

El guardia estaba claramente preocupado por el, pero eso no quitaba que le urgía encontrar un taxi para deshacerse de ese bicho raro homosexual.

Y eso por supuesto no pasó desapercibido por Xiao Zhan, y no era por la ansiedad que sentía ante el toque de su brazo.

Xiao Zhan tenia otro motivo para matarlo. Pero había muchas personas, jamás le había importado esparcir el caos, pero en esta ocasión la vida de su hijo estaba en peligro, así que simplemente se contuvo, un taxi apareció, siendo detenido por el guardia.

Incluso amablemente lo llevó a subirse al taxi.

—Muchas gracias — le dijo Xiao Zhan con una sonrisa, apuntándole con la pistola que recientemente le había quitado y disparándole en la cabeza, haciendo un sonido estrepitoso y gritos de personas en todas las direcciones. — Conduzca este auto de mierda si no quiere terminar como él.

Le apuntó al taxista y este con los nervios de punta acepto. No sabia si estaba ciego o simplemente fingía, no quería saberlo ni correr el riesgo.


...


YuBin escuchaba que un timbre sonaba sin cesar, estaba totalmente fuera de control, con algo de pereza se dirigió a abrir la puerta, y la claridad lo cegó.

—YuBin, le dispararon a mi Yibo... — escuchó a alguien con voz totalmente cortada, esa persona entró sin pedirle ningún tipo de permiso.

—¿Y eso porque es un problema? — le respondió, cerrando la puerta y ya acostumbrado a la claridad, dejó de fruncir el ceño para ver la escena ante él.

Xiao Zhan cargaba a un Wang Yibo totalmente inconsciente y sin cabello en sus brazos, pegándolo a su pecho lo más que se le permitía,

—Eso si es raro, pero ¡¿Por qué traes a ese monstruo aquí?!

—YuBin...

—¡No! ¿Cuántas personas andan detrás de ustedes? Esto iba a ocurrir tarde o temprano pero no pensé jamás ver esto.

Zhan se sentó en el sillón detrás de él. Ahora si abrazó a Yibo lo más fuerte que podía sin hacerle daño.

Mientras tanto YuBin le tomó una fotografía para nada disimulada.

—¿¡Que estás haciendo!? ¡no me dejas llorar en paz!

—Esta escena no se va a repetir así que la guardé para siempre. — Zhan se limpió la nariz.

—Van a pagar quienes te hicieron esto.

—Esto es extraño, he visto a Yibo sacándose una bala de 45 milímetros del hombro sin fruncir el ceño, ¿Cómo hicieron para darle un golpe tan certero?

—Nuestras habilidades dejaron de funcionar por no se... 5 segundos talvez... lo único que sé es que quienes hicieron esto conocerán al Patriarca de la muerte.

—Eso no será para nada fácil, creo que ustedes tienen más enemigos que cualquiera.

—YuBin eres doctor, deja que Yibo se quede aquí mientras soluciono estos problemas.

YuBin frunció el ceño, estar cuidando de él no era la manera en la que tenía que pasar sus vacaciones.

—Lo que puedo hacer por ti es llamar a alguien más, y que cuiden de él mientras haces... lo que sea que vas haces...

Xiao Zhan asintió, y simplemente lo llevó a una habitación, de nuevo sin pedir ningún tipo de permiso. Sabía que tenía que irse, comenzar con lo que tenía que hacer, pero cuando cometió el terrible error de verlo no pudo no recostarse sobre su pecho, rodear su torso con los brazos, sentir su calor corporal y volver a llorar.

Sus sollozos se escucharon incluso donde estaba YuBin, que este un poco alterado pensaba que las cosas no eran como parecía. No lo llevó porque pensaba que lo matarían en el hospital, sino porque seguramente ya no tenía salvación, y el hecho de que cuidara tanto ese cuerpo era extraño.

Pero él no iba a preguntar.

Sabía que Xiao Zhan era capaz de sentir cosas, y posiblemente saber que Yibo jamás despertaría otra vez, era una de ellas pero ¿Por qué andaba con él con esa angustia desmedida?

Zhan no podía no pensar en las innumerables cosas que había pasado junto a él. Los intentos de asesinato eran tan estúpidos, clichés y triviales que él se los tomaba a broma.

Un día antes de toda esta desgracia, él había acabado con todos con mucha facilidad en un centro comercial, y fue hasta que Yibo notó su mancha de sangre sobre su ropa que supo que era lo que había sucedido realmente.

Se enojó no solo porque lo sobreprotegía por ser ciego, sino porque la sangre no salía de la ropa.

Sonrió al recordar todas las veces que le reprochaba por las manchas, y que dejara de hacer eso porque no necesitaba protección.

Para Xiao Zhan era un juego.

Pero dejó de serlo cuando lograron hacer su cometido que ni el mismo supo cómo habían hecho algo que ningún ejercito pudo.

''Mi Yibo no despertara de nuevo...''

Dijo en susurro, las lágrimas de repente fueron limpiadas por su mano de mala gana.

''Mi Yibo no despertara de nuevo'' repitió, tenía que convencerse de eso o no lo dejaría.

''Mi Yibo no despertara de nuevo'' una vez más.

''Mi Yibo no despertara de nuevo''

Esta vez fue más audible, pero YuBin no escuchó nada.

''No despertaras de nuevo... pero las personas que te hicieron esto tampoco lo harán'' sentenció antes de ponerse de pie.     

Lista NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora