2.5

104 21 5
                                    

Todo comenzó con una extraña enfermedad, las personas dejaban su consciencia y comenzaban a ser agresivas, cuando su cerebro dejaba de poseer consciencia se hacían mas veloces y mas fuertes.

El gobierno de los Estados Unidos no había pronunciado nada de esa nueva enfermedad, comentaban que era un virus que había salido, pero China era uno de los que no estaban conformes con cerrar las fronteras.

Iba a entrar en todos los países del mundo tarde o temprano y eso le disgustaba de sobremanera. Tenia tiempo para prevenirlo pero no tenia los recursos de como comenzar.

—Perdón que me meta en todas estas cosas concurridas coronel — Ji Li se posó a su espalda.

—Dime... — el joven soldado le dio la opción de esperar a que la enfermedad entrara al país, que lo peor que podían hacer era desesperarse.

Y en efecto; comenzó a propagarse por si misma pese a que todos los gobiernos cerraron las fronteras con Estados Unidos, de donde salió era un misterio, excepto para Ji Li.

Por extraño que sonaba parecía ser un potente virus de internet.

—Eso de que los americanos estuvieran creando androides era un mito — dijo el coronel Wang mientras observaba ese extraño comportamiento de las personas enfermas.

—Los super humanos chinos también ¿no? — le dijo uno de sus subordinados, donde el quedó viéndolo con expresión seria.

Los 5 Chāorén aparecieron alrededor de una persona infectada atada en el hospital en estado de cuarentena, los doctores no habían detectado nada del pobre hombre que trabajaba como diseñador grafico, su vida era detrás de una computadora.

Ji Li pese a aquel descubrimiento detectaba que el virus de computadora se introducía en el cuerpo pero desaparecía, todo era totalmente orgánico, nada tenia que ver con nada.

—Se siente polvo metálico en su cerebro, pero no se detecta mas que eso. Es bastante desagradable. — Dijo Zhan como que fuera la cosa mas obvia del mundo.

—¿Qué hace?

—Se mueve como una colonia de insectos controlando cada parte de su ser. — Ahora si frunció el ceño no evitando ponerse en su lugar.

Yibo se acercó a ese paciente tocando sus sienes con ambas manos en forma de masaje, hizo presión en algunos puntos que parecían al azar. Sin embargo; el hombre que estaba bien hace un segundo reaccionó con violencia, moviendo sus brazos de manera errática por estar encadenado. Antes de que pudiera expulsar todo el polvo metálico por sus oídos, boca, ojos y nariz.

Salieron de allí lo mas rápido posible, el Coronel fue el primero, seguido por los Chāorén, el pensó que podrían ayudar pero no pensaba que podrían causar esto. Incluso ¿era posible que se infectara? .

—¡Maldición Yibo! — grito Zhan haciendo lo mismo.

—Eso ibas a hacerlo tu en un segundo, yo solo me adelante.

Cuando voltearon a ver dentro, observaron como YuBin le pegaba al vidrio de manera desesperada.

—¡Li! — gritó, no se habían dado cuenta que el joven estaba dentro, contemplando con sus propios ojos como esa arena se disparaba, no perdió mucho tiempo cuando se introdujo en su boca, ante la vista de todos Ji Li no parecía disgustado.

—¡Déjalo! Esta controlando a esa cosa... — Yibo dijo con total seguridad, sin embargo; el Coronel no podía estar tranquilo, los super humanos infectados tenían una fuerza sobrehumana, no quería saber que pasaba si infectaba a uno de los muchachos presentes. Considerando no haberlos llevado.

Lista NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora