Lista Negra

2.9

Yibo no supo cuánto tiempo pasó en cama, todo lo que sabia era que estaba adolorido, se sostenía de las paredes al caminar, y en una de esas ocasiones fue reprendido por su padre, el apenas ponía mantenerse en pie, pero se las arregló para parecer firme.

-Yibo ¿Cómo te atreves a hacerle eso a uno de tus compañeros? - Darren que claramente había sido dado de baja lo denunció por eso, pero Yibo se mostró reacio.

Recibió compensación por ese daño.

-Y lo haría de nuevo - respondió distante, el coronel Wang lo fulminó con la mirada, sabía que era sádico pero no creyó que tanto, el pobre soldado no había hecho nada, solo se comportó cercano a la persona equivocada. Pero al ver su estado supo que ya era suficiente.

Apenas podía sostenerse en pie, caminar era una tortura, se sostenía de las paredes arrastrando los pies, lo habían torturado después de hacer semejante locura. Su espalda había quedado destrozada y fue torturado con agua, no fue nada que no pudiera curarse para alguien de su categoría, aun así; aunque se quejara por el dolor jamás se arrepintió, aceptó el castigo asegurando que lo haría otra vez.

El coronel Wang no sabía si admirarlo o irritarse.

En cuanto a Yibo lo torturaron durante 15 días seguidos y después no recuerda nada más, pasaba durmiendo, se desmayó más de una vez por el dolor pero lo pagaba el día siguiente.

No supo cuánto tiempo había pasado, hasta que un día simplemente despertó en una habitación privada, el dolor se había esfumado, sentía que podía andar, pero había un problema no pudo levantarse de la cama, como que sus piernas fueron sedadas con algo, sabía que el castigo ya había terminado, no entendía porque no podía levantarse.

No sentía dolor pero se sentía más indefenso que cuando el cuerpo le dolía. Antes de que pudiera arrojarse al suelo para tomar el comunicador que había al otro lado de la cama sintió una pequeña punzada extraña que lo hizo incorporarse de manera firme en la cama.

Sentía en su entrepierna que algo vibraba, comenzó con una sensación casi imperceptible para convertirse después en una sensación intensa. Comenzó a tener espasmos. Se sentía incomodo, ¿y si alguien entraba?

Pero más temprano que tarde su entrada comenzó a disfrutar del objeto extraño, dejó de pensar con claridad, no podía preguntarse quién le hizo esa broma de mal gusto.

Su miembro despertó y comenzó a sudar, jadeó y se tapó la boca con la mano, tenía que aguantarse continuar con todo esto, quien sea que se lo hizo lo pagaría caro. Tenía que atender su problema y quitarse ese estúpido vibrador, pero cuando intentó hacerlo sentía que sus manos no llegaban a su cintura.

Eso era imposible, pero cuando se extrañó sintió otra punzada de placer, arqueó la espalda y lanzó un jadeo, su miembro palpitaba por atención pero cuando lo volvió a intentar sentía que sus manos no llegaban de nuevo. Se estaba volviendo doloroso, tenía que hacer algo.

Tenía que arrojarse al suelo pero no sabía que más haría a continuación, no podía pedir ayuda.

De repente sintió que la perilla de la puerta se movió, no quería que nadie lo viera en ese estado, especialmente porque no sabía cómo explicarlo.

Para su sorpresa y buena suerte la persona que entró fue su novio, se miraba también con varios rasguños, traía una mochila y un palo en su manos.

Sonrió al ver a Yibo bajo los efectos del placer, él ni siquiera podía ver con claridad ni articular palabra. Zhan cerró la puerta y la atascó con el palo.

Arrojó la mochila al suelo para sentarse en una silla, la colocó al revés para sentarse y contemplar a su novio, Yibo ni siquiera sabía que pensar.

-¿Tu hiciste... esto...? - volvió a sentir esa punzada de placer.