Epílogo

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 —¡Ay! ¿podemos hablarlo tranquilamente? ¡Ay!

—Te dije que contaras... al parecer te gusta esto. — Yibo le dio otra nalgada, Zhan estaba sobre su regazo, completamente desnudo y atado de muñecas y tobillos. — Cuenta...

Le dio otra. Al comienzo fue motivo de burla, pero no sabia cuantas llevaba, la blanca piel de Zhan se había vuelto roja y ahora si dolía.

—Quince... — Yibo le dio otra y le tapó la boca.

—Sin interrupciones, cuenta de nuevo, esto te pasa por desobedecerme...

—Tu no viste a la gente pidiendo misericordia por sus seres queridos... ¿no harías lo mismo por mi?

—No todos son tu... — le respondió sin dudarlo, pero realmente estaba preocupado, sus visiones le decían que todo esto apenas comenzaba y eso lo tenia preocupado.

Le dio otra.

—Cuenta...

—Hablemos tranquilamente... — y otra.

—¡Cuenta! — una vez mas.

—¡Soy tu prometido! ¡ten piedad de este pobre hombre ciego!

—¡Te voy a mandar golpeado a la boda! ¡cuenta! — sintió que su miembro había despertado, así Yibo que lo tomó con fuerza. — ¡Realmente te gusta te que maltrate!

Zhan sentía que su miembro palpitaba y con las manos atadas no podía hacer nada. Ni siquiera recuerda cuando Yibo aprendió a quitar las habilidades como el.

—Esta bien. — Se rindió. — Una...

Esas 20 le pareció que fueron mil.

—Amor, ¿era tan difícil?


...


—Esto es una locura — dijo Hao, los Chāorén habían recibido una conmemoración, se habían puesto a celebrar, al día siguiente una despedida de soltero, y al día siguiente una boda, Hao ni siquiera podía permanecer en pie y era el padrino de honor.

Estaba a punto de vomitar encima y solo pasaba repitiendo lo mismo.

—Esto es una locura... — Yubin estaba sorprendido, él siempre ha tenido miedo de Wang Yibo, por eso le sorprendía que cuando quería podía ser alguien completamente normal. Se dieron el beso más necesitado que quizás nunca se haya presenciado en una boda, se separaron solo por falta de oxígeno.

No perdieron mucho tiempo ya en medio de la fiesta cuando Yibo tomó a Zhan de la mano para aventarlo a la cama y de repente posicionarse encima de el con hambre.

Desde hace varios minutos la ropa ya estorbaba.

—Ahh Zhan, me encantaría que pudieras verte — le dijo Yibo mientras lo posicionaba para entrar, Zhan no dijo nada, solo sintió el miembro de su esposo entrar con una delicadeza que le molestaba.

Sin embargo; no perdió tiempo y al sentirse lleno comenzó con la primera envestida, jamás se había sentido tan bien, quizás ahora era porque no serían descubiertos ni dados algún castigo.

Sentía una deliciosa corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, se había perdido mientras Yibo lo tenía fuertemente agarrado de las caderas para tener todo el control.

—Ahora si eres mío. — Zhan sabía que había cambiado desde que aceptó casarse con él, ya no tenía esos celos tóxicos de antes, ahora era más tranquilo.

Y eso lo llenaba de dicha.

Ambos terminaron una vez haciendo un desastre en la sabanas del hotel, pero después hacerlo de nuevo, ya que Zhan no podía caminar porque le dolían las caderas, Yibo lo cargó hasta la bañera, donde Zhan aprovechó para hacerle lo mismo, tocando su sien para hacer que se sintiera caliente.

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