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❘❙❚ ISSUE #17 ░░░░ VOL. 4 ❛ POISON ROSE ❜ ┆🌹
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Cuando en el verano de 1939 la nieve dejaba de caer, la tensión mundial era palpable en el ambiente y las personas estaban atentas al comienzo de una segunda guerra. Rosie había cumplido diecinueve años y se sentía toda una adulta, una mujer independiente y bien educada, Robin y Nancy estaban muy contentas con su evolución y, Rosie misma, había dejado el pesar de su niñez atrás, enterrando el dolor de los padres ausentes y la tortura de crecer en una base militar siendo una niña. Había madurado rápido desde que tenía dieciséis, aprendiendo lo que necesitaba hacer para conseguir el final feliz de su cuento de hadas, no esperaba más un rey o unos padres misericordiosos, ella misma se convirtió en su salvadora o eso creía Rose Harrington y pensaba que reclamar la felicidad que la base le robó había sido un gran paso en su vida. Desde ese día en que destruyó una montaña, las cosas habían cambiado significativamente, ese día, comprendió su fuerza, la aceptó de la misma manera que la naturaleza le dio la bienvenida.
El director General de Vought consiguió nuevos inversionistas y patrocinadores vendiendo su imagen como una poderosa arma, las personas a su alrededor no se animaban a usar la palabra "supersoldado" en ella, pero si les gustaba definirla como una "bella arma". Ben le dio el consejo de cerrar la boca y asentir con una sonrisa o la llevarían muy lejos y nunca más estarían juntos; su consejo le sirvió. No objetó esa parte de su contrato laboral, con el dinero pusieron un centro químico pegado a la base militar y una oficina para atender a los botánicos, agricultores y toxicólogos. El contrato incluía las condiciones laborales que exigió y en los cuatro años que llevaba trabajando, tenía ahorrado lo suficiente para independizarse y ¡se había comprado un montón de vestidos! Había pagado unas románticas vacaciones de invierno en Nueva York para celebrar navidad y año nuevo con Ben; y en el verano, estuvieron visitando las playas de California y aprendiendo a surfear.
Le construyeron una pequeña casa en el bosque, cerca de la base militar, en la que había estado viviendo con Ben desde hacía cuatro años. La decoró ella, eligiendo los colores y la ubicación de los muebles, tenía la comida que quería y en la parte de atrás creó un jardín de cuentos de hadas, del que podías encontrar en un lugar mágico, con una mesa para tomar el té y troncos para sentarse, enredaderas cayendo como lluvia y en la mañana la visitaba todos los días unos colibríes y en la noche las luciérnagas. Su casa era perfecta, todo lo que había soñado. La vida de Rosie adoptó el camino de un alma limpia y joven, creciendo entre las palabras de María y la voz de su conciencia bendecida por la mayor divinidad. El crecer la hizo más sagrada y piadosa, adoptando en los mismos términos que pensaba cuando era niña reinventándolos en la adultez. Rosie seguía siendo buena, piadosa y servicial.
