25. the end

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❘❙❚ ISSUE #25 ░░░░ VOL

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❘❙❚ ISSUE #25 ░░░░ VOL. 5
❛ ROSE HARRINGTON ❜ ┆🌹


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      Había tomado el tren nocturno hacia Massachusetts después de estar indecisa sobre lo que realmente quería o si era verdaderamente capaz de dar un paso hacia su educación. Ser libre de Vough era un conformismo que aceptaría sin rechistar y era suficiente para mantenerla satisfecha, la hacia verse al espejo como una mujer independiente y muy valiente, tan solo por unos segundos. Rápido olvidaba a la Rosie con superpoderes y rápido recordaba a la mujer que poco tenía y poco sabía.

      Había tratado de nutrirse en palabras cultas, en conceptos que apenas entendía y dotarse de una falsa inteligencia; en el mundo más allá de la vaya, las personas eran muy diferentes a lo que siempre estuvo acostumbrada, y por momentos, extrañaba la rutina de la base militar, a pesar de las torturas y los engaños, había tenido una persona con ella todo el día: yendo de un lado para el otro, no pasaba nunca las noches solas y, cuando lo hacía por circunstancias externas, sabía que pronto volvería. Hoy en día, la muchacha se compraba un banquete de dulces y devoraba como nunca antes. Sus labios se llevaban del exquisito sabor del chocolate con gotas de licor, la miel de unos pastelitos se pegaba a su enmarañado cabello, las frutas las bañaba en azúcar y almíbar, tenía un paladar muy dulce y le encantaba probar nuevas cosas. En el tocadiscos sonaba música clásica, tan alegre que la hacía saltar y preguntarse si podía aprender a tocar el piano; deseaba que todo lo que hacía le pusiera una sonrisa en su boca y no lágrimas en sus ojos.

      En el tren, la noche era danzarina con el movimiento hipnótico de las ruedas y el bamboleo contra el pavimento. Rosie descansó su cabeza contra la ventana y guardó el libro que estaba leyendo para tratar de dormir: crimen y castigo. No le estaba gustando para nada. La diatriba entre la moralidad de los personajes la hacían temblar de coraje y navegar en oscuros bosques de su mente. No iba a funcionar, jamás lo comprendería. Ya había intentado buscar respuesta en Ana Karenina y solo obtuvo noches intensas de insomnio y vómitos.

      Rosie intentó cerrar los ojos por cinco minutos, pero, de pronto, el sonido de una bomba la hizo saltar del asiento.

      Su mente todavía estaba en la guerra, ¿Por qué seguía sobresaltándose? Ella sabía que era falso.

      Miró a su alrededor, la mayoría de personas dormían en sus asientos entre mantas y almohadas pequeñas; había una mujer con un bebé de pocos meses al que le estaba murmurando una canción de cuna. Unos chicos jóvenes jugaban a las cartas entre pequeñas risas y unas cervezas. Le parecía a Rosie que cada persona tenía una compañía y muchos amigos, una familia a la que volver y un trabajo que hacer. Un propósito. Las personas estaban felices de que la guerra había terminado, el sol era más brillante esos días y nadie se quedaba en casa. A Rosie le encantaría pasear por los parques, ir a salones de bailes y a ferias; pero era imposible. A dónde fuera la reconocían y le pedían que usara sus poderes, que hablara sobre su falda vida y trajera a Soldier Boy, como si lo tuviera guardado en su bolsillo.

TOXINA | THE BOYS  //  SOLDIER BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora