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❘❙❚ ISSUE #06 ░░░░ VOL. 1 ❛ EL MOMENTO QUE TODO CAMBIÓ ❜ ┆🌹
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Rosie sabía el momento exacto en que sus sentimientos por Ben habían tomado un giro de tuerca. Había señalado una nueva perspectiva sobre su relación con él y lo que realmente significaba para ella tener un compañero que podía entender —incluso cuando Ben era un niño rabioso y egoísta— la dinámica de una vida con superpoderes y el crecimiento en una base militar. Desde que lo conocía, se comportaba de muchas maneras con ella, dependiendo del día tenía un humor mejor o peor, y Rosie reaccionaba hábilmente a esos cambios para que no ocurriera nada malo. Esa tolerancia y restricciones por años habían hecho que odiara a Ben, deseaba en silencio que se lo llevaran lejos, pero cuando jugaban al ajedrez lo amaba y deseaba que fueran compañeros para siempre. No había un término intermedio.
Aquel día, mientras dibujaba con acuarelas escenas del quinto capitulo de La Señora Dalloway, recreando cada cosa que podía. La ayudaba a imaginarse el mundo exterior y a los personajes, le gustaba separar en viñetas las escenas y hasta le agregaba algunos diálogos. Dibujar era lo único que podía hacer, su compañero de ajedrez no había aparecido durante un mes y siete días.
Después de que el soldado la llevara sobre su hombro hasta una de las salas de los doctores, estuvo una hora esperando traumatizada la llegada del doctor Stein, que de poco le sirvió ese día. Le hizo un par de preguntas y la mandó a la habitación. Al día siguiente dividieron la mitad del día para el grupo I y la otra mitad para el grupo II. Ambos grupos la llenaron de preguntas y de exámenes, comenzando por los físicos dónde experimentaron con el desastre que había hecho con su habilidad, le hicieron arrancarse un pedazo de piel de su mano para llevarlo al laboratorio, al igual que un pedazo de cabello y sangre —que también se tuvo que sacar porque las agujas no traspasaban su piel y su propia fuerza era la única que la lastimaba rápido—. Conectaron unos cables a su cabeza y otros en el resto del cuerpo, hasta la metieron en un tipo de caja gigante que analizaba su cuerpo, o algo así. Era una tecnología nueva que usaba los rayos x, Rosie no entendió muy bien lo que decían los doctores en su lenguaje técnico. Los últimos exámenes de esos días fueron similares a los que el grupo I hacía para testear si era inmune a venenos y toxinas, en este caso, parecía indicar que su saliva se había convertido en veneno. Las primeras semanas después de recibir el compuesto N —como había bautizado el genetista Frederick Voght— fueron un martirio para la niña. La mantenían despierta por horas y solo la dejaban dormir unas cuatro. El único momento que tenía para despejar su mente eran dos horas en la sala de convivencia que había usado ella sola durante un mes y siete días. ¿Dónde estaba Ben?
