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❘❙❚ ISSUE #24 ░░░░ VOL. 5 ❛ ROSE HARRINGTON ❜ ┆🌹
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La guerra había terminado y lo primero que hizo Rosie fue subirse a un avión que aterrizaría en Washington D.C en camino a una ceremonia celebrada en la casa Blanca. Aterrizó con un uniforme lleno de medallas y la bandera de Estados Unidos coronada en un rosedal que flameaba entre su cabello rojizo. Cansada, pero feliz de ser honrada de hablar con sus palabras y experiencia, después de ser adorada y respetada, dijo:
—¡Amigos y compatriotas! Hoy es un día de celebración, un día en el que podemos dejar atrás los horrores de la guerra y mirar hacia un futuro lleno de esperanza y alegría. Hemos vencido al enemigo común y hemos demostrado que, cuando trabajamos juntos y luchamos por una causa justa, podemos lograr grandes cosas. Pero esta victoria no es solo nuestra, es de todos los que han luchado y sacrificado para llegar a este momento. Es de nuestros soldados valientes, de nuestros aliados en todo el mundo, de nuestros seres queridos que han sufrido y esperado en casa. Es de todos aquellos que han soñado con un mundo más pacífico y justo.
Ahora, debemos mirar hacia el futuro y trabajar juntos para construir ese mundo. Debemos comprometernos a respetar y proteger los derechos de todos los seres humanos, sin importar su raza, género, religión u orientación sexual. Debemos trabajar para promover la igualdad y la justicia en todo el mundo y asegurarnos de que nunca más se permita que las fuerzas del mal amenacen la paz y la seguridad de nuestro mundo. Pero, sobre todo, debemos celebrar este momento y disfrutar de la vida y la libertad que hemos ganado. Celebremos juntos, con alegría y gratitud en nuestros corazones. Y recordemos siempre que, cuando luchamos por lo que es correcto y trabajamos juntos, podemos alcanzar cualquier cosa. ¡Que viva Estados Unidos de América y que viva la paz y la libertad en todo el mundo!
Y esa fue la última aparición pública de Poison Rose y lo juraba por todos los soldados que habían muerto a su lado.
En la habitación del hotel en el que se estaba quedando para reclamar su libertad, Rosie admiraba el reflejo que le daba el espejo con el aire entre cortado y el estómago revuelto. Ella necesitaba calmarse o estropearía todo el trabajo y tiempo que su amigas, Nancy y Robin hicieron en ella. Una semana después de poner pie en su tierra madre e asistir al llamado de cientos de mujeres que la esperaban con arreglos de flores y pancartas de agradecimiento, decidió encontrar consuelo en sus dos grandes amigas que la esperaban para abrazarla.
Nancy le preparó un traje para su gran día. Era hecho a medida, de color verde opaco. Le había hecho un saco largo con botones beige y un pantalón del mismo tono; tan atrevido había pensado Rosie. Las mujeres no andaban por ahí con pantalones y trajes, pero Robin le había insistido en que se presentará así y la terminaron convenciendo. Rosie dio media vuelta para ver qué no tuviera hilos sueltos. Tenía una corbata clara que y de puntos que se confundía entre la tela de la camisa, y en los pies unos mocasines negros y lustrados. Se recogió el cabello en una cola alta y aplicó calor para alizar las pequeñas ondulaciones naturales. Nancy le compró maquillaje y le enseñó a resaltar sus cualidades. Labios rojos y trazó el delineado tan afilado para matar a un hombre. Se aplicó polvo de color para ocultar su nariz enrojecida y las huellas de las lágrimas nocturna. Las chicas decían que mostrara al nuevo C.E.O de Vought la mujer en la que se había convertido. Ella debiayde verse intimidante, como si fuera el hombre más fuerte del mundo y no le importara los sentimientos de los demás, ni siquiera el de la persona que más lo amaba en el mundo.
