20. the superhero

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❘❙❚ ISSUE #20 ░░░░ VOL

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❘❙❚ ISSUE #20 ░░░░ VOL. 4
❛ LA SUPERHEROÍNA ❜ ┆🌹

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      No recordaba la última vez que su cuerpo descansó lo suficiente para levantarse con el cuerpo preparado para afrontar un nuevo día. Apenas Rosie llevaba el conteo de los días por los encargados de recitar las noticias de las radios y el grabado de las fechas de las cajas de alimento que se abrían cada mañana, esas mismas cajas que había hecho hacían años atrás, cuando negoció su primer contrato de trabajo en Vought. En ese entonces dormía como una reina y el sentimiento de reposar la cabeza en la almohada sin las preocupaciones del momento realizaban un imperioso recuerdo de repulsión hacía la guerra. Desde que cruzó el océano la mantenían de un lado para el otro que tener un momento de privacidad se había hecho imposible —y nunca se quejó—; esculpía la tierra con sus poderes para realizar kilómetros de trincheras, se acoplaba en un pedazo de parcela para levantar troncos de una resistencia sobrenatural destinados a apaciguar el frío, movía las rocas para formar murallas y pequeñas cabañas. Trabaja todo el día para los soldados y para el futuro del país, o eso se repetía en la cabeza para creérselo. Si estaba haciendo un buen trabajo era cuestión de medirlo con los resultados. ¿Cuáles fueron? Un llamamiento del presidente de los Estados Unidos de América por perder una batalla en el Marroco.

      Desobedeció por primera vez y perdió miles de vidas.

      Al ejército no le gustaban los superhéroes, razones tenían apuntadas, hablaban de prepotencia, de seres degenerados y bombas impredecibles. Desobedientes, monstruosos, inútiles. Las cartas que escribía desde el General de un batallón hasta el oficial de un equipo de cuatro destrozaban la reputación del queridísimo soldado americano o su novio —si es que se acordaba que tenía novia—, lo llamaban egocéntrico, imbécil a dos patas, asesino y lo acusaban de traicionar a la patria. Decían que era muy bueno para hablar frente al populacho, pero un idiota para trabajar en equipo. Rosie no se podía quejar mucho de las suyas, los hombres rellenaban páginas con la misma frase: ¿Qué mierda hace una mujer entre ellos? Recomendaban tareas más adecuadas a su función, como la famosa: ir a las cocinas. Les tenía que conceder un acierto en su raciocinio. Ella crecía verduras y frutas y se las ingeniaba para realizar grandes manjares... Por lo menos nadie le había acusado de asesina. La misión fallida de Poison Rose en Marroco y el desempeño catastrófico de Soldier Boy en el pacífico sirvió para unirlos en África en una misión para proteger una de las fuentes de dinero monumentales de Estados Unidos.

      —¡¿Quién mierda se cree que es ese puto maricón?! —gritaba Ben limpiándose las manos de sangre con el agua de una botella. Rosie por un momento quiso arrebatársela, estaba desperdiciando agua y la ponía muy nerviosa, pero no lo hizo—. Si me dejara ir a mi solo... Yo podría abrir el paso al resto del pabellón —Tiró la botella vacía a un rincón de la carpa provisional, lo más similar que había por allí a una habitación—. Como sea, ese maricón ya me las pagará. Me alegra estar contigo cariño.

TOXINA | THE BOYS  //  SOLDIER BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora