Capítulo 48:

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#Audrey

(hace 20 días)

Cuando tenía diez años, tenía una mascota que se llamaba Dixon. Era mi mejor amigo, había vivido con nosotros desde que Bella nació y era mi animal favorito. Siempre dormíamos juntos y me gustaba mucho jugar con él.

Una vez cumplí los once años, Dixon murió atropellado y fue el peor sentimiento del mundo. Era la primera vez que perdía algo que quería tanto. Perdí a mi mejor amigo y una parte de la familia. Lo que yo no sabía, era que sería el primero de todos los que perdería.

—Audrey, ¿me estás escuchando? —me pregunta mi madre tocándome el hombro.

Parpadeo y vuelvo a la realidad. Cuando la miro, me doy cuenta de que su rostro ya no es el mismo de hace diez años. Tiene muchas más arrugas, bolsas azules bajo los ojos y la mirada triste. Ha cambiado, todos hemos cambiado. Cojones, nuestra vida de ahora no tiene nada que ver con quiénes éramos.

—No mucho, me estaba acordando de Dixon, ¿qué me estabas diciendo? —pregunto recordando lo que me ha dicho.

—Te preguntaba por casa, ¿si todo iba bien por casa? Te noto extraña y ausente y Bella cuando me vino a ver ayer, también. ¿Ha pasado algo entro las dos?

—Seguimos enfadadas, cree que aquel chico del cual te hablé le conviene y también cree que ahora que sé que Nathan es mi padre biológico, la abandonaré. Me culpa de lo que nos ha pasado y no me escucha y bueno, ¿recuerdas al capullo especial? —Mi madre asiente y yo suspiro—. Pues también estoy enfadada con él o no lo sé.

—Sobre el chico de Bella, estoy de acuerdo contigo, pero si no quiere escucharte, no puedes obligarla. Vigílala y protégela, pero no te metas en su vida y sus decisiones. Y en cuanto al otro tema, tú no tienes la culpa de nada de lo que nos ha pasado, lo único que has hecho es ayudarnos a salir adelante.

—No lo entiende.

—Hablaré con ella, no te preocupes. En nada se le pasará, ya verás —me dice dejándome un mechón de pelo detrás la oreja—. Y sobre Aiden, ¿qué ha sucedido? —pregunta pasando al tercer tema y cuando la miro a los ojos, me siento en tanta confianza y seguridad que no puedo fingir, ignorar o mentirla. Necesito que sea mi madre, necesito a mi madre.

—Creo que me estoy enamorando de él y tengo mucho miedo.

—El amor es el miedo más grande y común de todos. ¿Y sabes por qué? Porque es el más incierto y subjetivo. No hay una definición exacta del amor. ¿El diccionario? Miente porque el amor es subjetivo y cada persona lo vive de una manera diferente. Por eso da miedo, porque no sabes cómo será hasta que lo vives y temes que sea una mala experiencia. Tú ya has vivido una y no quieres volver a pasar por lo mismo, pero el amor no es el mismo con todas las personas y hay muchos tipos de amor.

—¿Y cómo sé que este no será lo mismo?

—Porque son personas distintas y tú también eres una persona diferente. No te puedo asegurar que todo salga bien, no hay un amor completamente sano y estable. Las personas tenemos altibajos y debemos esperar que el amor también los tiene, si no, no sería amor. Sabrás que es el amor correcto cuando estés en paz en medio de una tormenta.

Su mano se coloca en mi mejilla y me acaricia el pómulo con delicadeza. Me apoyo en ella y me dejo consolar.

—Echo de menos cuando eras feliz porque ahora mismo no eres la persona que deberías ser. ¿Y sabes por qué odias que te lo repita tanto? Porque sabes que es verdad, Audrey. Te estás esforzando mucho por ser una persona que no sientes. Quiero que te enamores, pero quiero que primero te enamores de ti misma. Tienes que encontrar tu camino en este mundo, no perseguir los de los demás.

—Nunca te lo digo y lo debería haber hecho más, te quiero mucho, mamá, gracias por haberme cuidado siempre —le digo mirándola fijamente a los ojos. Ella sonríe y me abraza.

(en la actualidad)

—Cuando atropellaron a Dixon, te quedaste conmigo toda la noche en el veterinario y no me dejaste de abrazar hasta que murió. Y me dijiste: cada estrella del cielo es un ángel, él se ha convertido en un ángel. Te prometo que cuidaré de Bella y te prometo que encontraré mi camino —le digo a mi madre acariciándole el rostro—. Pero si me escuchas, vuelve, te necesitamos, te necesito. No quiero que seas mi ángel, te quiero aquí, conmigo, por favor...

Todo lo que quisimos ser [Tocando las estrellas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora