Capítulo 10:

77 6 0
                                    

#Audrey

Han pasado dos días desde que me asaltó en la cama y me amordazó como si fuera un animal a las cinco de la madrugada para obligarme a ir con él hasta el cartel de Hollywood y explicarle mi cruel realidad solo porque le divertía. Lo peor de todo es que me lo advirtió.

Supongo que por esta misma razón no he vuelto a mantener contacto ni alguna especie de interacción con él. Tanto por su parte como por la mía. Sa ha pasado los días encerrado en su habitación. Ni siquiera bajaba para comer. Es extraño, pero como ni Cassandra ni Nathan ni Louis se han preocupado, supongo que es normal en él.

—¿Te gusta? —pregunta Leigh sacándome de los pensamientos. Respiro profundamente y me miro al espejo por segunda vez esta noche.

Visto un conjunto que ella ha creado. Las dos prendas de ropa son de color lila pastel y tienen detalles dorados como el estrecho de la cintura de la falda o los botones de los bolsillos.

—Me encanta.

—Genial, pues cámbiate que arreglo estos detalles.

Asiento y hago lo que me dice con mucho cuidado de no estropear su creación. Leigh se vuelve a girar y aplaude con las manos haciendo pequeños saltitos, pero su rostro de alegría enseguida se abate en uno de tristeza.

—¿En qué piensas? Has cambiado completamente de cara en un segundo —comento sentándome a su lado.

—Sé que tengo talento para el diseño y la moda, pero me jode que solo sean parte de mi armario y Louis y tú seáis los únicos que me dejéis vestiros.

—¿Y por qué no los enseñas a otra gente? ¿Por qué no haces tu propia marca?

—Es muy difícil introducirse en el mundo de la moda y aunque tenga los recursos económicos para poder hacer lo que quiera con estas piezas, no quiero acudir a mis padres. Quiero ganarme el mérito por mí misma y trabajar para que a alguien le guste y decida patrocinarme. Por eso en parte también me presento a la Royal Dinner con mi propio traje, quiero darme a conocer por mis aptitudes y obras, no por ser la hija de unos diplomáticos. Quiero que la gente se fije en lo que hago con mis propias manos.

—¿Por qué lo dices como si fuera un problema?

—Una de las reglas es que cada diseñador necesita una persona que le haga de modelo. Es igual quién sea, pero un diseñador no puede ser su propio modelo. Vistiéndome con mi obra, hago que directamente no pueda presentarme como diseñadora.

—¿Le has pedido a alguien que modele para ti?

—¿Quién lo haría? ¿Has visto donde vivimos? Todo el mundo planea la Royal Dinner desde principios de año, todo el mundo quiere intentar ganar y todo el mundo busca los mejores diseñadores. Nadie quiere arriesgarse a una nueva propuesta —dice como si fuera un caso imposible o una causa perdida.

—¿Así que no se lo has preguntado a nadie?

—No

—Mejor porque ya tienes una candidata —digo impulsivamente. Leigh se gira y me mira con los ojos abiertos como naranjas. No sé si es buena idea, ni siquiera sé si puedo asistir, pero no permitiré que su nombre se quede encerrado en esta habitación.

—¿Qué?

—Si necesitas una modelo, yo lo seré. No me importa lo mínimo el concurso, pero si tengo la posibilidad de mostrar lo que haces al mundo, no lo pienso rechazar. Hazme un traje o lo que tú quieras, me lo pondré y lo luciré —le pido señalándola con un dedo.

—No sé qué decir. No sé por qué lo quieres hacer, no me conoces.

—¿Qué sí?

—Pues prepárate porque pienso ponerme desde ya mismo con lo que te haré y vamos a darles a todos una patada en el culo —dice poniéndose de rodillas con los ojos iluminados y una sonrisa de felicidad total—. Audrey Parker, gracias por entrar en mi vida —añade abrazándome—. Hace mucho tiempo que no tenía a alguien así.

Todo lo que quisimos ser [Tocando las estrellas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora