Capítulo 26:

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#Audrey

Cuando me desperté el lunes, encima de la mesilla de noche, me encontré un ipod, unos auriculares, el pulpo de peluche y una nota.

Hay dos carpetas: una tiene mis canciones favoritas y la otra tiene otras que te podrían gustar. El sábado te haré la misma pregunta.

Me pasé el resto del día y el lunes encerrada en la habitación, investigando y escuchando las más de trescientas canciones que Aiden había descargado expresamente para mí. No esperaba que lo fuera a hacer de verdad, pero allí estaba: el Aiden detallista, el Aiden tierno y cariñoso.

Y claramente, la lista que más reproduje fue la suya. Quería escuchar lo que le ayudaba escapar de su mente, lo que formaba parte de él porqué de alguna manera, me sentía más cerca de él. Des de Machine Gun Kelly, a muchas canciones de The Fray. No tiene un estilo de música marcado, pero sí que se comparte una misma temática, todas las canciones se pueden relacionar con un sentimiento: la tristeza.

Bajamos del coche y nos dirigimos a la entrada de la discoteca.

Hoy es la fiesta de los Wallace, porqué sí, los hermanos Wallace hacen una fiesta anualmente y esta vez es de disfraces. Y la cola no me sorprende.

—Estamos dentro de la lista de Aiden —le dice Leigh al hombre con cara de pocos amigos, ganas de trabajar y harto de aguantar a personas sedientas de alcohol.

—¿Nombres?

—Leigh, Kaden y Audrey.

—Podéis pasar —nos dice invitando a Leigh y a Kaden, pero poniendo un brazo entre ellos y yo—. Tú no, ¿podrías repetirme el nombre?

—Audrey —digo nerviosa.

—No está en la lista, sintiéndolo mucho, no puede pasar, haga cola —me suelta. La cara de idiota que se me queda es de película.

¿Aiden no me ha invitado?

—¿Qué? Es broma, ¿no? —pregunta Leigh.

—No, señorita Berri, no lo es.

—Tiene que ser un error. Audrey con Y —interrumpo confundida, pero el guardia vuelve a negar—. Por Dios, vivo en su casa.

—No puede pasar, lo siento mucho, señorita, pero no está en la lista.

—¿Sabes con quién estás hablando? Vive en casa de la próxima alcaldesa, idiota —le suelta Leigh enfadada. Yo levanto las cejas alucinando.

—No hay ninguna Audrey en la lista.

—¿Pues sabes qué? Dile al estúpido aquel que acabaré con su precioso Jeep. Nos vamos de aquí. No pienso quedarme en este lugar si el capullo aquel no te ha invitado —me dice cogiéndome de la muñeca para dar media vuelta, pero no me muevo del lugar. Presiono la mandíbula y analizo la situación. Mi nombre no está en la lista, pero dudo que Aiden no me haya invitado sabiendo que vendría y que sus padres lo regañarían. No me ha hecho ninguna putada pública en ningún momento y joder, me dijo que le gustaba, dudo que quiera que no esté en la fiesta—. Audrey, vámonos, no me quedaré aquí si no puedes entrar.

—¿Quiere decir que ha mirado bien la lista? —le dice Kaden.

—No soy ciego —contesta el guardia. Leigh bufa y me vuelve a coger.

—No, espera. Busca a ver si solo está mi apellido, Parker —le digo al hombre.

—Tampoco, está haciendo cola, señora.

—¿Le acabas de llamar señora a una chica de diecinueve años? —pregunta Leigh incrédula.

—¿Drey-Drey? —pregunto y tanto Kaden como Leigh me miran extrañados.

Todo lo que quisimos ser [Tocando las estrellas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora