FIN

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Hay cielos y tormentas.

Hay estrellas y meteoritos.

Hay sueños y pesadillas.

Solo fueron tres meses, pero fue un nuevo comienzo.

Al final, quien más roto estaba, fue quien más enseñó a vivir y quien no tenía nada, fue quién lo entregó todo de sí mismo. Y aunque no tenían familias perfectas, formaron su hogar.

Él se fue a Brooklyn a darle vida en su propio corazón. Ella se quedó en Los Ángeles recordando lo que era vivir. Y los dos trataron de mantener la llama del incendio más grande, aunque solo quedaran cenizas.

No estaban rotos. Y no se dieron cuenta, pero, aunque estaban jodidamente perdidos y hechos mierda, mostraron toda su luz para hacer sonreír al otro. Solo buscaban desesperadamente encontrar estrellas en el cielo, solo buscaban una y encontraron cuatrocientos millones de estrellas y esperanzas.

Todo lo que quisimos ser [Tocando las estrellas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora