𝟎𝟔

3.4K 279 5
                                    

𝐋𝐀 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐀𝐙𝐔𝐋






SURCANDO EL MAR ESTABAN, en busca de la Estrella Azul, que los guiaría a la Isla de Ramandu, a la mesa de Aslan para romper la maldición. 

──El viento nos ha abandonado. ──comunicó Drinian.

──¿Y cómo vamos a llegar a la Isla de Ramandu? 

──Yo diría que algo no quiere que lleguemos. ──dicho esto, Cyrene tuvo un mal presentimiento. 

Algo sacudió el barco haciendo que todos cayeran. Caspian ayudó a Cyrene a levantarse. ──¿Estás bien? ──preguntó preocupado.

Ella asintió. ──¿Contra que hemos chocado? ──preguntó Cyrene alterada.7

──¡Vamos muchachos! ──gritó Drinian. ──¡Todos a cubierta! ──fueron todos a cubierta.

Y Cyrene vió cómo Eustace tiraba del barco con su cola. Rió y miró a Caspian y a Drinian. ──¡No hay que preocuparse!

──¡Buena idea Eustace! ──exclamó Edmund.

Todos miraron al dragón con Reepicheep en su cabeza. ──¡Avante! ──gritó el ratón y todos vitorearon. 

Caspian, Cyrene y Edmund fueron a la biblioteca. Los dos últimos estaban en el balcón, con los rayos de sol en sus caras. Caspian miró un momento a Cyrene y la admiró. Sus ojos azules brillando más que nunca. Sus escasas pecas resaltadas en su rostro claro, a juego con su pelo naranja. Cyrene era realmente hermosa. La belleza personificada. Desde que Caspian la vio por primera vez delante de la casa de Trumpkin y Nikabrik, se enamoró. Y se enamoró más cuándo la conoció a fondo. Su personalidad, su bondad, su carácter, su forma de liderar, de hablar... La amaba. Y la amaba mucho más ahora que iba a formar una familia con ella, el amor de su vida y su alma gemela. 

Caspian miró las espadas de los Lores. ──No sabemos si los otros Lores llegaron a la Isla de Ramandu. 

Cyrene y Edmund se miraron. Era cierto. No se sabía con certeza si llegaron al final. 

──¡Tierra a la vista! ──escucharon. 

El Viajero del Alba y sus tripulantes, habían llegado a la Isla de Ramandu al anochecer. 






Llegaron a la orilla con los botes, con el corazón a mil por saber que les depararía ahora. Al hacerse oscuro, Edmund lideraba la marcha alumbrando con la linterna el camino mientras que los demás tenían sus espadas en guardia. 

Caspian y Cyrene iban juntos. Caspian estaba más protector con ella desde que supo que estaba en cinta. 

Cruzaron por en medio de un árbol enorme, encontrándose con la mesa de Aslan, llena de comida. 

𝐓𝐇𝐄 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐒 // 𝔭𝔯𝔦𝔫𝔠𝔦𝔭𝔢 𝔠𝔞𝔰𝔭𝔦𝔞𝔫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora