Quizás me había equivocado al pensar que la gente de la academia del señor Lee eran agradables.
Lo supe cuando ingresé por la puerta de la misma al día siguiente.
El día seguía siendo igual de helado que los anteriores; nada que agregar.
Llevaba el abrigo largo que papá me pasó, el cual llegaba hasta por mis piernas. También me atreví a traer mis zapatos de baile. No eran precisamente nuevos, porque los compré usados en su momento. Pero hacían bastante bien su trabajo.Esta vez no toqué la puerta para ingresar, porque me dijo Sunkyung que no era necesario. Así que me topé de inmediato con Baekhyun en la puerta, quien salía de la clase seguramente con intenciones de comprar algo en la tienda, ya que llevaba su billetera cuadrada en mano.
Me miró de reojo por un segundo con sus ojos finos y oscuros en la puerta, antes de seguir su camino hacia el pasillo.
Ni siquiera me dio tiempo a saludar, absteniéndome nada más a mirarle pasar en silencio.Finalmente me tomé un momento para respirar profundo, la verdad es que ya me esperaba cualquier cosa después de eso, por lo que me preparé mentalmente para afrontar el día con gente nueva. Tampoco es que era un as para hacer amigos, pero podía reconocer a la gente pesada o no.
Y el mayor pesado de todos era Jongin.
Sorprendentemente sí, más que Baekhyun.
Ni bien puse un pie en el salón, su mirada llena de desdén se clavó como misil a mis zapatos. No necesitaba preguntarle qué le pasaba, ya sabía que había notado el desgaste de los mismos, así como también se había tomado su tiempo en ver cada prenda que tenía puesta, obviamente, sin ningún tipo de vergüenza ni nada.
Sin pensarla demasiado, ignoré su presencia y me dirigí a paso tranquilo hacia el señor Lee, quien hablaba amenamente con una de las chicas.
Pude captar su atención una vez me paré a su lado, a la espera de que terminase de hablar con la chica de cabello marrón que jugaba con las puntas de este.
—Do Kyungsoo, ¿cierto? —Sonrió Sunkyung al verme, haciendo una venia leve que correspondí de inmediato.
—Espero haber llegado a tiempo.
—Sí, está bien. No te preocupes.
Luego de eso, esperé tranquilo a que la clase comenzase. Al parecer, estaban practicando una coreografía de escenario. Así que tan pronto como comenzaron con los pasos, traté de seguirlos por mi cuenta para apegarme más a sus movimientos.
Sin embargo, pese a que todos tenían pareja, Jongin bailaba solo al igual que yo.
Allí caí en la conclusión de las quejas de todos cuando llegué por primera vez. Sobretodo de él, dado a que no tenía pareja femenina.
Probablemente era un golpe en el estómago para alguien que realmente bailaba bien; porque vamos, no necesita más tiempo para saber que Jongin era un buen bailarin. Su mismo profesor lo había llamado como el mejor de la clase.Pero ¿en serio él estaba molesto conmigo porque no era mujer? Tenía que estar mal de la cabeza, definitivamente.
—Jongin —llamó de repente Sunkyung, captando la atención de Jongin de inmediato—, emparéjate con Kyungsoo.
¿Eh?
El moreno clavó su mirada en la mía sin vacilar, pero me costaba deducir qué pasaba por su cabeza en ese momento.
Por mi parte, a pesar de que no había tenido demasiada experiencia bailando con el mismo sexo, tampoco es que lo repelía como si fuese lo peor del mundo. Eran cosas que pasaban, usualmente en estas situaciones, en donde uno se quedaba sin pareja fémina.
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Espuma, Canela y Sal / KaiSoo
FanfictionBailar tango era uno de los hobbies favoritos de Kyungsoo, quien se vio obligado a buscar una nueva academia tras el cierre de su anterior escuela. Kim Jongin se autodenomina el mejor bailarín en el ritmo, pero todo parece perder sentido cuando no...