Esta mañana nos habíamos tomado la molestia de practicar la coreografía porque había casi olvidado un paso y Jongin quería matarme en cuanto se lo dije.
Él estaba nervioso, podía notarlo. Ya eran las semifinales y simplemente éramos trece parejas.
Le temblaba el ano, seguramente.—Oye.
Alcé mi cabeza, sorprendido por la voz de Jongin al llamarme.
Se había puesto un cardigan beige que iba a tono con el nublado día que nos había tocado. También llevaba el cabello suelto, el cual le caía hasta por debajo de la barbilla suavemente, dándole un aspecto un poco maduro cada vez que lo hacía.Me encontré mirándolo más de la cuenta, así que rápidamente desvié la vista a la alfombra marrón del suelo de nuestra habitación.
—¿Qué?
—Sigue poniéndote hielo —me señaló—, no te quedes perdiendo el tiempo sobre la cama.
Ojalá estuviese perdiendo el tiempo en la cama de otra forma...
—Por cierto —llamó de nuevo, sacando el teléfono del bolsillo de sus jeans sueltos—, te mandó mensaje un tal Minseok, dice que cómo te fue —dijo, para luego enseñarme la pantalla del móvil con el mensaje en él.
Miré a los ojos a Jongin antes de tomar el teléfono con mis manos y teclear rápidamente una respuesta hacia mi amigo.
Pensaba en si debía hacer una llamada a alguien mientras mordía la uña de mi pulgar derecho. No sabía qué hacer.Minseok estaba en línea y me respondió con un mensaje de felicitaciones y un sticker bonito. Sonreí un momento para dejarle un último mensaje con un "gracias".
No quería parecer desesperado, pero me atreví a dejarle un mensaje de texto a mi madre, diciéndole que habíamos pasado a la semifinal y que estaba muy feliz por ello. Esta vez no esperé una respuesta y le devolví el teléfono a Jongin, el cual me miraba expectante para que lo hiciera.
—¿Es de mal gusto tocar la puerta de la habitación de Baekhyun y darle un golpe en la cara? —Preguntó con una mano en su mentón como si de verdad lo estuviera pensando.
—¿Por qué quieres armar más conflicto?
—Porque eres tú el que apenas no puede caminar por su culpa.
—Ya, pero no arreglaremos nada peleando antes de la semifinal. Es más —levanté mi ceja derecha—, nos podrían correr por hacer algo así.
—Si hoy perdemos, le romperé la cara —afirmó con algunos asentimientos.
—No seas idiota. De nada te sirve rebajarse a su nivel.
—¿No decías tú que lo enfrentara?
—Sí, pero no de esta forma. Usa un poco las neuronas, Jongin.
—¿Sabes qué dice su jodido horóscopo de hoy? —Él se sentó en la cama de al lado y me sonrió ladinamente con burla en sus ojos—. Que no sea tan mierda de persona porque eso le jugará en contra.
—Wow —ironicé en tono aburrido—, ¿ahora también eres un loquito de los astros?
—Solo apareció en un anuncio y lo vi.
—Ajá, ¿y que decía el nuestro? —Puse mis ojos en blanco, procediendo a poner el hielo que tenia a un lado sobre mi pie.
—Que... que... —Jongin dejó de mirarme y buscó con sus ojos el televisor del cuarto para encenderlo—, no me acuerdo. Que nos irá bien, seguramente.
Le vi incrédulo, ya que él nunca miraba televisión y mucho menos en un idioma que no entendía.
—¡Mira!
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Espuma, Canela y Sal / KaiSoo
FanfictionBailar tango era uno de los hobbies favoritos de Kyungsoo, quien se vio obligado a buscar una nueva academia tras el cierre de su anterior escuela. Kim Jongin se autodenomina el mejor bailarín en el ritmo, pero todo parece perder sentido cuando no...