Espuma, Canela y Sal / KaiSoo

6

El autobús me había dejado como siempre en la parada cerca de la academia.
  Al igual que ayer, tampoco llevaba un paraguas encima como el resto de la gente, pero esta vez sí me arrepentía de ello, porque comenzó a lloviznar apenas bajé a la acera. Por supuesto, eso indicaba que llovería más tarde, seguramente.

Y con un suspiro de por medio, no le di más vueltas al asunto. Si me tendría que mojar, me mojaria.

Terminé por ingresar al interior de la escuela, allí donde el sonido de distinto tipo de música me recibió por todas partes de manera acogedora.
Pronto, noté la puerta que daba a mi clase y no tardé en abrirla.

—Da la vuelta —fue la voz de Baekhyun quien me recibió primero.

Me percaté de que detrás de él todos estaban reunidos y venían hacia la puerta.

—¿Qué pasa? —Mi voz claramente sonaba un poco confusa, ya que no estaba entendiendo nada.

Baekhyun ignoró mi pregunta, pasando por mi lado con la vista atenta a su teléfono.

—Le acaba de surgir una emergencia al profesor Lee —fue Naeun la única que se dignó a responderme–, así que tuvo que irse. Por lo que no tenemos clase hoy.

—Oh.

Al último de la fila, vi a Jongin, el cual miraba el suelo mientras caminaba con los demás.

—Vamos a ir al cine —sonrió Naeun al decírmelo—, ¿quieres venir con nosotros?

—Uhm —lo pensé por un momento. Tenía que practicar con Jongin, a decir verdad. Pero también me sentiría un poco mal si les rechazaba, más cuando apenas nos estábamos conociendo todos y claramente sería una buena oportunidad para socializar mejor con ellos—, ¿irán todos?

—Pues, supongo que Jongin no.

Oh, un pequeño sentimiento de culpa había aparecido en mi interior. No podía decirle que sí tan simplemente. Quizás Jongin se molestaría más si no llegaba a tiempo a nuestro ensayo.

Entonces tuve la brillante idea de que quizás Jongin nos pudiese acompañar. Al menos no se sentiría tan desplazado por el grupo.

—Naeun —le miré fijo, bajando el tono de mi voz. Ella comprendió que quería susurrarle, así que se acercó un poco más hacia mí—, ¿y si esta vez invitamos a Jongin?

Ella volvió a alejarse y respiró profundo por un momento.

—No sé qué dirán ellos —murmuró, dando un rápido vistazo a sus compañeros que estaban ya caminando por el pasillo.

—Jongin no es tan malo —supongamos, pensé.

—Déjame preguntarle a Baekhyun primero.

Asentí de acuerdo, buscando rápido con la mirada a Jongin para que este no se fuese.

—¡Espera! —Lo detuve a tiempo, antes de que siguiese de largo. Él me miró con desagrado porque le tomé del brazo en mi apuro. Así que lo solté de inmediato.

—¿Qué?

Traía su cara amargada de siempre, al igual que su cabello amargado tirado hacia atrás. Un poco anticuado, diría yo, aunque mal no le quedaba.

—¿Lo dejamos a la misma hora?

—¿No crees que sería idiota pedirte que regreses a tu casa y luego vuelvas a la mía solo por una hora? —Preguntó irónico—. Kyungsoo, no es tan difícil activar las neuronas.

—Bueno, lo siento —me hundí de hombros por la tontería que acababa de decir—, pensé que ibas a hacer otra cosa.

—Kyungsoo —me interrumpió Naeun a mis espaldas, mirando de reojo a Jongin al verlo a mi lado, pero no de mala manera—. Dice que está bien. Solo que no se comporte como un idiota. Palabras suyas —alzó sus manos en el aire, quitándose el cargo de lo dicho.