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—Ya me cansé —solté de repente con un suspiro hondo.

—Ni siquiera empezamos la práctica —respondió Jongin, dejando de lado el traje sobre el perchero.

Desde hacía una hora estábamos visualizando vestuarios para la presentación cultural y también la de la academia. Jongin tenía decenas para elegir y no se decidía porque no combinaban con los míos.

Como conclusión final, la del centro cultural estaba decidida, más que nada. Esto era porque optamos por elegir la misma con la que habíamos bailado en la final. En cuanto a la otra... había dudas pero también había tiempo para esa, no hacía falta apurarse, quedaban menos de dos semanas.

Estábamos en pleno once de enero, lo cual significaba que quedaban horas para ser mi cumpleaños y la presentación cultural. Se había decidido para justo ese día, así que no me quedaba de otra opción que presentarme en pleno cumpleaños. Pero no me importaba, iba a pasarlo haciendo lo que me gustaba con todas las personas que amaba.

Aproveché la oportunidad para invitar a Seulgi y a Minseok también, así que iba a ser raro tener a todos mis amigos juntos en el mismo lugar junto a mis padres y mi novio. ¿Que si estaba nervioso? Por supuesto.

—Lo elijamos la semana que viene —murmuré al empujar los zapatos de baile a un costado, ya que el suelo estaba lleno de zapatos que no sabíamos cuál elegir.

—Bien.

—Va a ser un cumpleaños ajetreado.

—Hablando de eso, en la mañana no estaré aquí, debo hacer un trámite pendiente en el banco, así que, si te quedas hoy, temprano te acercaré a casa. No sé cuánto tiempo tardaré, pero a la tarde pasaré a buscarte e ir juntos al evento.

—Ah, de acuerdo. —Asentí  firme—. No hay problema.

—Ve poniendo la canción —pidió mientras se dirigía a tomar agua de su botella.

Obedecí con un breve asentimiento al tomar su teléfono y buscar entre todas las canciones la que teníamos que bailar.

—Para mi cumpleaños quiero dormir todo el día —le escuché murmurar con una sonrisa en sus labios.

—Es un buen plan. —Busqué entre todas las canciones y no podía dar con ella, por lo que comencé a poner cualquiera que saliera para oír cómo era y quizás dar con la indicada—. No la encuentro.

—Está por ahí.

Gracias por la ayuda.

Canciones de todo tipo sonaron por los parlantes, desde tango, pop, clásica, hasta una en particular llamó mi atención, por lo que la dejé un momento para oírla. Una mujer cantaba con buena voz, acompañada de un piano.

—¿Qué haces? —Jongin indagó con una sonrisa curiosa en sus labios.

—No lo sé, quiero oír un poco. ¿Qué es? ¿Flamenco?

El moreno dejó la botella de lado y se acercó a paso lento hasta mí.

Él no respondió, pero al continuar la canción, comprendí que era una bachata.

Con solo notar su mirada, sabía que su coqueteo no tenía precio alguno. La sonrisa en mis labios apareció de forma automática y recibí en brazos a Jongin con gusto. Me hizo poner mi mano izquierda rodeando su cuello y la otra sujetaba su mano derecha.

—¿Quieres bailar conmigo? —Preguntó, alzando una de sus cejas, divertido.

—Nunca lo he bailado.

—Es fácil. Solo sígueme la corriente.

Era más fácil decirlo que hacerlo.

Jongin comenzó a mover sus caderas de izquierda a derecha, mientras con sus piernas también realizaba un compas de pasos.

Espuma, Canela y Sal / KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora