[Las oraciones o palabras en cursiva, están habladas o mencionadas en Español]
Los tres comenzamos la mañana tomando un taxi hacia el Café de Los Angelitos, allí donde se compartía un poco de la historia del tango entre las paredes y decoraciones del lugar.
Seulgi nos acompañó esta vez, escuchando con atención todo lo sucedido la noche anterior mientras ella dormía sin culpa en el hotel.
Le había mencionado sobre el robo, nuestra cena, las fotos y demás cosas que había hecho con Jongin, a excepción de lo sucedido en la bañera.Para cuando el taxi se detuvo en nuestro destino, fui consciente de las miradas de los demás sobre nosotros. Sobretodo por la ostentosa vestimenta de Jongin y Seulgi. Verdaderamente eran tal para cual; parecían dos modelos salidos de alguna pasarela importante. Mientra que yo simplemente llevaba los mismos jeans de siempre.
Pude ver un cartel negro desde la puerta que tenía escrito algo, así que pregunté a Jongin para que lo leyera por mí.
—Usted está donde paraba Gardel. Porteños desde mil ochocientos noventa. Tangueros desde siempre —pronunció, haciendo algunas pocas pausas entre las palabras—. Luego dice el nombre del bar y los servicios que ofrece.
—Ah...
—Es muy vintage —aludió mi amiga al mirar la fachada del exterior—. Te tomaré muchas fotos.
—Yo también —le apoyó Jongin por otro lado.
—Entremos.
Sin esperar más de ellos dos, fui el primero en abrir la puerta del café, seguido de Seulgi, a quien Jongin le dejó el paso primero.
A primera vista, lo que mayor llamaba la atención, eran los cuadros en las paredes con fotos de reconocidos intérpretes del tango y compositores, obligándonos a los tres a mantener la mirada en ellos como bobos.
—¡Ah! Qué bonitos —exclamó Seulgi, quien no tardó en comenzar a buscar su teléfono, seguramente para tomar algunas fotos.
—Espera a que nos sentemos —le pedí, consciente de que llevábamos algunos cuántos segundos en la puerta sin hacer nada, y ya habíamos atraído algunas miradas.
Fue Jongin quien se apuró a elegir una mesa para los tres y nos guió hacia ella.
—¿Practicaste cómo pedirás la orden? —Le molesté con una sonrisa ladina en mis labios.
—Woah, yo también practiqué —reaccionó rápidamente Seulgi al levantar la mano—. Yo quiero que pedir.
—¿Estás segura?
—Sí, déjenme hacerlo.
Ambos miramos a Jongin, casi pidiendo permiso para cometer tal cosa.
Tras un breve momento, él levantó sus hombros con una sonrisa en la boca.—Como quieras.
Seulgi nos sonrió con picardía, esperando que alguien nos atendiera pronto. Cuando esto sucedió, le dedicó una gran sonrisa al mesero, quien le dijo algo que no entendí, pero seguramente fue una bienvenida.
Mientras esto pasaba, junto a Jongin observamos rápidamente el menú, así teníamos alguna idea de qué pedir.
—"Quiero, por favor, un cafí con leye"—le escuchamos decir en alto. Jongin asintió con suficiencia ante su español, pero luego rio al ver la cara del mesero—. “y una porción de torta".
—"Bien" —dijo el hombre a nuestro frente. Quizás le entendió, quien sabe—. "¿Qué torta será?"
—Tiramisu. Kyungsoo, ¿tú qué quieres? —Me preguntó Seulgi por lo bajo.
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Espuma, Canela y Sal / KaiSoo
FanficBailar tango era uno de los hobbies favoritos de Kyungsoo, quien se vio obligado a buscar una nueva academia tras el cierre de su anterior escuela. Kim Jongin se autodenomina el mejor bailarín en el ritmo, pero todo parece perder sentido cuando no...