PERDÓNAME :((

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Una mañana más, tan normal como otra cualquiera. Abrí lentamente los ojos y me quedé mirando al techo fijamente durante no sé ni cuánto tiempo. Cuando al fin me decidí a levantarme, para luchar un día más contra esto que llamamos vida, la barriga me dio un vuelco, fue su propia forma de darme los buenos días. Me iba a matar, el ardor y el escozor eran insoportables. Acompañados de un dolor de cabeza que mejor ni mencionarlo. Ese dolor punzante en toda la parte trasera de la cabeza, ese mareo provocado por la más mínima luz, ese agobio provocado por el más mínimo ruido.

Habían pasado casi ya dos días de la fiesta.

Me senté en la cama y no tardé ni dos segundos en volver a estar tumbado. Tenía frío, mucho frío. Decide acurrucarme un rato más debajo de las mantas. Un mensaje hizo que la pantalla del móvil se encendiera, cegándome brevemente, haciendo vibrar prácticamente toda la cama. Para mi sorpresa no era un solo mensaje nuevo, habían muchos mensajes y no paraban de llegar más y más nuevos.

*¿Pero qué coño?*

No sé.

Me frote de nuevo los ojos para ver si realmente estaba despierto y efectivamente lo estaba. Me incorpore, esta vez apoyándome sobre mis brazos. Decidí volver a encender el móvil. Tenía más de mil mensajes, whatsApps de amigos, 5 llamadas perdidas de Guille, 2 de Dani y no sé cuántos mensajes de Instagram, a y un par de correos de a saber quién.

*¿Se puede saber qué está pasando?*

Que no lo seeee.

Me entró una llamada de Guille. Conteste dejando el móvil, en altavoz, sobre mis rodillas.

–Buenas. –dije aun dormido.

–Carlo Carlo Carlo!! –gritaba Guille desde el otro lado con un tono tan entusiasmado que casi me obliga a tirar el teléfono por la ventana.

–¿Qué has hecho? –dijo super contento.

– ¿Qué he hecho? –pregunte asustado.

–Tienes más de un millón de visitas, que eres famoso coño. Todo el mundo quiere saber quién eres, todo el mundo quiere hablar contigo.

Mierda la canción. Me llevé las manos a la cabeza.

–En menos de 24 horas has superado el millón de visitas Carlo.

– ¿Sabes lo que significa eso? –dijo cada vez más y más entusiasmado.

Espera espera espera. ¿Qué coño dice este ahora?

–Has entrado en el top 50 global Carlo.

Tragué saliva, la mente me iba a mil por hora, el calor comenzó a expandirse por todo mi cuerpo mientras Guille no paraba de hablar y hablar.

–Vale, vale, Guille relájate por dios. –aun estaba mareado, me acababa de levantar aun no podía asimilar nada de lo que me estaba contando.

–Pero, ¿cómo?, ¿por qué? – fue lo único que se me ocurrió preguntar.

–¿Carlo no lo entiendes? Eso da igual, lo único que importa es qué Perdoname:(( está número uno.

–Más tarde me pasaré por tu piso, se que tienes mucho que asimilar Carlo, tú solo pillalo con calma. Te quiero mucho. A y Carlo enhorabuena, te lo mereces.

Guille colgó la llamada y yo no fui capaz tan siquiera de hablar, de despedirme. El móvil se resbaló de mis rodillas y yo me quedé con la vista fija en la silla que tenía enfrente de la cama. Aún tenía la ropa de la otra noche, ahí tirada, cuando llegué apenas me cambié y me metí entre las mantas.

Distintas CasualidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora