TE QUIERO

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Fue el mes más caótico y más romántico de toda mi vida, me sentía como Aladdin flotando por el cielo encima de alfombra de sentimientos. Pasaron mil cosas durante nuestra primera semana juntos. Nos pasamos todas las mañanas yendo y viniendo de todos los sitios y a a vez de ninguno. Haciendo surf, en este sitio tan especial, en las mismas aguas de todos empezó. Siempre que llegábamos María se quedaba absorbida en el paisaje. Por mil veces que lo viera mil veces se quedaban embobada. Yo por mi parte me quedaba embobado viéndola a ella.

Nos dedicábamos a nadar y nadar, flotando en el ancho mar. Disfrutando de nuestro amor, ya fuera en mitad de la mar, entre olas, a orillas de la playa sobre la arena mojada o ambas a la vez.

Mucha a lo largo de mi vida me dijo que dejara de creer en cuentos, en fantasías. Me decían que el amor no era como yo creía, que no viviríamos sueños mágicos ni recuerdos perfectos. Pero se equivocaban, la primera semana a su lado fue la mejor de toda mi vida, nada malo paso, en nada malo pensé.

Maria vivía prácticamente conmigo, una de las ventajas de vivir en el mismo edificio era que si a ella le faltaba ropa o cualquier cosa solo tenía que subir un par de pisos. Aunque mi canción hubiera pasado tener 1 millón a 10 millones de visitas, llevara no se ni cuantas semanas en en el Top global del mundo en Spotify o que solo faltara una semana para estrenar el cortometraje en el cine de mi barrio a mi solo me importaba despertarme cada mañana a su lado.

Despertarme a su lado era lo único que me hacía estar contento, nunca había estado enamorado, nunca había vivido esa sensación. Nadie nunca había conseguido hacerme sentir tan bien como ella. Abrir los ojos y ver que ella estaba recostada sobre su suave y blanca almohada, respirando tranquilamente, con la melena sobre su cara y la boca entre abierta durmiendo plácidamente. Estar a su lado era la mejor sensación del mundo, ya no solo era esa cara perfecta esculpida por los dioses, esa forma de ser que me tenía más que enamorado o ese cuerpo esbelto prácticamente perfecto, era simplemente ella.

Para celebrar nuestra primera semana juntos le preparé una sorpresa. Estaba muy nervioso no sabia cómo demostrarle lo mucho que me hacía sentir, aunque solo lleváramos una semana pensé que alomejor lo más simple sería lo más bonito.

***

– Guillermo céntrate. –resople sin separar mi mirada de la carretera.

– Centrate tu en conducir, que aunque tu no tengas motivos para seguir viviendo yo estoy en un relación muy bonita ahora mismo asi que no me gustaría morir en un triste y aburrido accidente de coche.

– ¿Me estas vacilando? – pregunte esta vez mirándolo con los ojos prácticamente en blanco.

– Los accidentes de coche no son aburridos Guille, son un tema serio y muy peligroso.

Nos quedamos mirando unos segundos hasta que no pudimos mas y comenzamos a descoronarnos como dos niños pequeños.

–  Que mires a la carretera joder. –mi grito Guille entre risas.

– Que si papa que si. –no podía parar de reír.

Aunque no lo parecía tenia todo bajo control, conducir era un tema muy serio para mi.

– Guille, ¿donde estamos yendo?

– ¿Tu no querias un sitio magico? Pues confía en mi y acelera un poco que a vas a 80 en una carretera de 120.

– Te recuerdo que soy yo el que esta empezando una relacion asi que no me la voy a jugar con las velocidades.

– Capullo. –susurro entre dientes Guille.

– ¿Como?

– Nada nada voy a subir la radio que a este paso un falta una hora de camino.

Nos bajamos los dos a la vez del coche. Y no se si fue recibir la primera rafagada de aire, oír la primera ola rompiendose o recibir el primer de esos últimos rayos de sol de la tarde pero supe al instante que era el sitio perfecto.

Distintas CasualidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora