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🇨🇦»»——⍟——««🇲🇽

  21 de agosto, 2020.

  En este momento ambos veían una película en la tableta canadiense mientras México hacía pulseras con hilos.

  —¿Podemos salir hoy? —dijo de pronto México.

  —¿A dónde quieres ir?

  —¿Recuerdas la zona esa dentro de un bosque donde a veces íbamos a comer?

  —¿Quieres ir allí?

  —¡Sí! Anda, ya pasaron como cinco años y ayer hice un chingo de comida.

  Claro que recordaba ese lugar, parecía sacado de otro mundo. De pronto el suelo se volvía plano y el agua era la música que se podía escuchar. Allí había mesas y bancos de madera, colocaron piedras para las fogatas y de vez en cuando los visitantes armaban campamentos durante las noches para ver las luciérnagas en el cielo. Era mágico.

  —No sé si siga siendo un sitio turístico, pero podemos ir hoy a visitarlo.

  México se puso de pie en seguida, poniendo la pulsera a un costado y fue a meter la comida en bolsas y recipientes.

  —¿Quieres comer algo en especial? Puedo prepararlo en putiza.

  —Todo lo que cocinas es rico —sonrió y se acercó para ayudarle—. ¿Cómo se te ocurrió la idea?

  —Es que hoy es un día especial y quiero celebrarlo.

  Canadá se puso pálido como hoja de papel al oír eso. ¡¿Hoy era un día especial y él no lo recordaba?!

  —Órales, ¿significa que esta vez fui yo quien sí se acordó? —dijo retadoramente.

  —Hoy... Hoy es... Eh...

  El mexicano rió a carcajadas.

  —De acuerdo, tienes el resto del día para acordarte.

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  —¿Estás seguro de que era aquí?

  —Sí, se tenía que rodear el bosque para llegar a la orilla del lago, allí era, pero parece que lo cerraron.

  Ya tenían todo listo y estaban en el auto en camino al precioso lugar, pero ahora había una reja que impedía el paso.

  —... Bueno, podríamos ir a otro lado, estoy seguro de que en otros parques también se-

  No pudo acabar lo que estaba diciendo porque México salió del auto cargando las cosas y caminó a la reja, por lo que Canadá tuvo que salir también.

  —¡¿Qué haces?!

  —Mira y aprende.

  Y como si fuera lo más fácil del mundo, México escaló la reja y llegó al otro lado.

  —¡Ta'da! Tu turno.

  —Yo no puedo hacer eso.

  —Uuuh, no sabía que eras una gallina.

  —¡N-No soy una gallina!

  México cacareó en señal de burla, para después reír.

  —Ándale, yo te atrapo aunque me muera.

  Tardó como media hora y el precio fueron muchos raspones, pero Canadá también logró cruzar la reja y ambos siguieron su camino lleno de piedras y troncos, saltando charcos de agua y saltando montañas de tierra. En algún punto sintieron una brisa llena de recuerdos , México corrió hacia ella y allí lo encontró: su jardín del Edén.

𝙱𝚘𝚗𝚓𝚘𝚞𝚛 𝙼𝚘𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚞𝚛 | 𝓒𝓪𝓷𝓶𝓮𝔁 | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora