ϾΛPłТUŁФ ϾłЛϾФ

416 48 3
                                    

🇨🇦»»——⍟——««🇲🇽

  06 de agosto, 2020.

  La palabra con la que lo definiría Canadá era "desesperante", porque los rumores eran ciertos: México tenía una rutina clara de la que parecía no despegarse.

  Lo único que detenía a Canadá de seguir a México a todas partes era que no quería sentirse como un acosador, así que esperaba con infernal paciencia a que el muchacho saliera o llegara a su hogar. Cuando eso pasaba, se acercaba rápidamente e inventaba cualquier excusa para hablar con él.

  "Tengo un boleto extra para tal evento. ¿Quieres ir conmigo?"
  "Salió esta película, sería bueno ir juntos."
  "Recuerdo cuál es tu helado favorito, ¿te gustaría ir por unos?"

  Pero no importaba qué dijera porque el mexicano siempre rechazaba de una u otra forma.

  Canadá tenía la cabeza llena de preguntas, porque ¿de qué servía dar el primer paso si nada cambiaba después?

  —¿Por qué específicamente México? —preguntó Ucrania.

  Sin saber cómo, Canadá se hallaba sentado en las escaleras mientras sostenía un triste ramo de flores, entablando una conversación.

  —Lo invitaste a comer y le diste florecitas, ¿cómo pudo rechazar eso?

  —Dijo que estaba ocupado.

  —¿Le crees?

  —Quisiera saberlo —suspiró.

  —Deberíamos ir a descubrirlo.

  Escuchar eso hizo que la cabeza de Canadá hiciera un clic.

  —Eh, no podemos.

  —Entonces ve tú. No me digas que no te mueres de curiosidad.

  —Sí, pero... Ah, ¿estaría bien?

  —Dijiste que te robó una luz del auto porque alguien lo obligó, así que podría estar en peligro sin que sepamos. Solo dale una miradita, no es como que vayas a hacer nada.

  El canadiense lo pensó por unos momentos, acariciando el ramo de flores abandonadas.

  —... Solo una mirada y ya —murmuró para sí mismo.

/
.
.
.
\

  Sí, solo una mirada, eso iba a hacer.

  Anochecía, y como de costumbre México salió de su fortaleza y salió hasta la calle, solo que esta vez fue seguido discretamente hasta entrar a un antro colorido. Su perseguidor canadiense tapaba su rostro y cabello para no ser reconocido, mientras que planeaba un plan de escape por si algo salía mal.

  Solo quería saber qué es lo que pasaba, así que pidió una bebida y se sentó para ver desde lejos a México pasearse. Había pasado tanto tiempo, pero su forma de caminar le seguía pareciendo tan encantadora como siempre.

  Lo siguió con la mirada, hipnotizado, lamentándose no poder ir con él, hasta que lo vio acercarse a una mesa de tres hombres. Uno de ellos le hizo una seña, por lo que el mexicano tomó asiento entre ellos.

  «Tal vez se conocen» murmuró Canadá, poniéndose alerta sin siquiera notarlo.

  En aquella mesa parecían tener una conversación amigable, al menos para los tres hombres que reían de vez en cuando, aunque México no se veía muy alegre. En algún punto, uno de ellos lo sujetó del rostro y lo besó, así de simple. Fue tan repentino que Canadá escupió una parte de su bebida.

𝙱𝚘𝚗𝚓𝚘𝚞𝚛 𝙼𝚘𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚞𝚛 | 𝓒𝓪𝓷𝓶𝓮𝔁 | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora