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🇨🇦»»——⍟——««🇲🇽

  11 de septiembre, 2020.

  12 de septiembre, 2020.

  13 de septiembre, 2020.

  14 de septiembre, 2020.

  15 de septiembre, 2020.

  Fue como una cuenta regresiva, como todos los años.

  Mañana sería el gran día, el aniversario no solo de su nacimiento, sino de cosas que quería dejar enterradas... ¿Verdad?

  Cuando México dormía no había fuerza humana que pudiera despertarlo, pero hoy abrió los ojos y lo primero que vio fue a Canadá durmiendo junto a él. Un día de la nada apareció y ahora estaba allí, a su lado, respirando lentamente.

  Ya no estaba solo como los años anteriores, ahora tenía una luz con la que veía claramente su camino.

  Con cuidado acercó su mano al hombre junto a él y acarició su rostro. Tal vez, solo tal vez ese cumpleaños no vaya a ser tan horrible como los anteriores.

  —Bonjour mon Amour —dijo de pronto Canadá, despertando a penas. Se restregaba dulcemente en la mano mexicana.

  —Holi.

  —¿Quieres salir a comer?

  México sonrió un poco.

  —Sí, vamos.

  «¿Lo recuerdas, México?»

  Fueron a comer a uno de los pequeños locales cercanos. En el camino cruzaron con cientos de miradas provenientes de vecinos que los reconocieron, pero algunos de ellos levantaron sus manos en forma de saludo amigable. A pesar de todo, se sentía un ambiente relativamente cálido.

  Cuando salieron, México se quedó de pie frente a una casa.

  —¿Pasa algo? —preguntó el canadiense.

  —La música —contestó.

  Se escuchaba claramente un vals desde dentro.

  México sonrió con una torpe idea y extendió su mano a su compañero.

  —¿Te gustaría bailar conmigo?

  —¿Aquí?

  —Sip, aquí, ¿o te da miedo que todos nos vean? —soltó retadoramente.

  Canadá le devolvió la sonrisa y tomó su mano, aceptando el reto.

  Los ojos de México, que normalmente eran melancólicos y cansados, por esta vez observaban a Canadá con un suave brillo parecido al de la luna.

  Era estúpido, pero en ese momento nada importaba que no fuera ellos dos.

  El lugar donde estaban no era muy grande, apenas alcanzaba para unas cuantas plantas, pero era suficiente para que ambos entrelazaran sus dedos y dieran vueltas, envueltos en un abrazo. Tampoco era profesional o con mucha experiencia, ¿pero qué importaba en ese momento? Juntaron sus frentes y siguieron los pasos del otro. Tal vez fueron dos minutos o menos, tal vez fueron dos horas o más, pero las caricias entre sus manos que se escurrían hasta juntarse más simbolizaba algo bello; como si hasta las estrellas se detuvieran para mirarlos; como si ya hubiesen pasado tres vidas al lado del otro.

  Cuando la música dejó de sonar les hizo darse cuenta de dónde estaban.

  —Hicimos que todos los peatones tuvieran que cambiar de calle.

𝙱𝚘𝚗𝚓𝚘𝚞𝚛 𝙼𝚘𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚞𝚛 | 𝓒𝓪𝓷𝓶𝓮𝔁 | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora