ϾΛPłТUŁФ ФϾHФ

356 43 0
                                    

🇨🇦»»——⍟——««🇲🇽

  "Hey, hagamos algo incoherente".

  Eso era lo que siempre decías, y te parecía divertido; nunca importó a quién le pareciera infantil, tú lo disfrutabas.

  Lo recuerdo en tu cara, y me hacía feliz, aunque yo no lo entendía.

  Nunca entendí por qué te detuviste cuando pasaste por donde estaba yo, eligiendo qué camino tomar mientras tú te deslizabas fácilmente por la vida. Tal vez viste a una mente enmarañada y te acercaste por curiosidad.

  Entre cientas de preocupaciones y amenazas, te descubrí, después de eso enamorarme de ti fue inevitable.

  Pero ahora te volví a encontrar, y me pregunto, ¿qué tanto has rayado en tus paredes?

  ▼△▼△▼△▼△

  09 de agosto, 2020.

  El principio no fue la gran cosa: Canadá recogió al mexicano y se dirigieron a la calle para ir caminando, aunque el cambio más notorio fue que México esta vez parecía seguir más la conversación.

  «Te ves tan cansado. El tiempo te ha tomado de la mano más de lo que a mí».

  Llegaron pronto y comenzaron su recorrido entre tiendas, consiguiendo productos especiales y llenando bolsas.

  A Canadá le hizo sonreír que a pesar del tiempo lejos, seguía conociendo los gustos exactos de su mexicano favorito.

  Llegaron al departamento de México después de terminar, cargando algunas bolsas.

  —Gracias por llevarme.

  —No agradezcas, me hizo feliz verte, je.

  Ambos guardaron silencio por unos segundos, pensando qué hacer.

  —¿Quieres que te ayude a acomodar? —dijo Canadá de pronto.

  Ambos estuvieron en silencio otra vez.

  —¡Sí, mala idea, olvídalo! —gritó con miedo— Ya debería irme, ¡nos vemos mañana!

  Para ser sinceros, su intención al decir eso sí había sido egoísta, ¿pero qué más podía hacer? Quería al menos unos minutos más de tener al mexicano cerca.

  —Está bien —respondió México antes de qué Canadá se vaya—, ven y ayúdame.

  Espera, ¿había aceptado?

  —¿En serio?

  —Sí.

  La intención de México tal vez también había sido egoísta.

/
.
.
.
\

  Canadá estaba sentado en una silla de la cocina, aprovechando para ver a su al rededor mientras que México le daba un vistazo a las compras. El lugar seguía tan vacío como la primera vez que llegó, a excepción de algunas cosas en la cocina.

  Se asomó discretamente para ver cómo el muchacho movía sus dedos escurridizos con la elegancia que siempre solía usar cuando tocaba alimentos.

  —Dijiste que intentaste comenzar a leer —comentó Canadá al aire para empezar una conversación.

  México contestó sin voltearle a observar.

  —Sí, me hacía mucha falta un pasatiempo.

  —¿Qué salió mal?

𝙱𝚘𝚗𝚓𝚘𝚞𝚛 𝙼𝚘𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚞𝚛 | 𝓒𝓪𝓷𝓶𝓮𝔁 | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora