Capitulo O6.

51 7 1
                                    


"¿De dónde surgió la idea de Cenicienta?

Un cuento escrito durante la dinastía china Táng (siglos VIII y X) nos habla de una bella jovencita llamada Yeh Shen, hermosa por tener unos pies diminutos, ya que es durante esta dinastía cuando comienza la tradición de los "pies de loto", es decir, la belleza en una mujer se medía por el tamaño del pie, y un pie hermoso no podía medir más de diez centímetros, por lo que desde niñas, se vendaban los pies de las mujeres, rompiendo los dedos, para que se ajustasen al bello zapato.

Un dato curioso sobre esta época, es que durante la dinastía Táng un hombre podía casarse con varias mujeres.

En este cuento la madrastra malvada es la segunda esposa del padre. La primera esposa muere, y es cuando aprovecha la segunda esposa para torturar a la pobre niña favoreciendo a sus hijas.

Hasta aquí no es muy distinto a Cenicienta."


~





Ya paso una semana desde la audición de Bert, y hoy le dijeron que había quedado y ganado el papel principal.

La obra se trataba de un chico que se enamoraba de la hija del pastor.

Se enamoran, él se hace adventista y viven felices para siempre.

Aun no puedo creer que Bert en realidad quiera hacer eso, pero como dice el dicho "cada loco con lo suyo"

Además de eso, Bert se había terminando encaprichando con Frank, siempre que lo veía lo llamaba para que se juntara con nosotros, pero él solo le sonreía, nos saludaba y se iba.

Casi siempre lo encontrábamos tirado en el patio, con los cascos puestos y recostado en el suelo, como si estuviera en otra parte, en su propio mundo. Siempre solo, algunas veces mi hermano estaba con él, otras Alicia, otras aquella chica que vi una vez con él, abrazándolo del brazo y otras todos juntos.

Pero por más que estuvieran con él, pareciera como si no estuviera.

Frank solo estaba recostado, escuchando música.

Y hoy no era la excepción.

A la hora del almuerzo, salimos con Bert a fumar y vimos a Frank recostado en el pasto.

- Ey... - le llamo Bert, pero Frank ni siquiera se movió.

- Creo que no te escucha - le dije, señalando los enormes cascos negros de Frank y mi amigo movió su boca hacia un costado. Bert odia que lo ignoren.

- Entonces no me queda otra opción - dijo mi amigo, sacando de su mochila un marcador negro, se acercó, recostándose encima de Frank, quedando de a cuatros encima de él, sin tocarlo.

Acerco el marcador hasta el rostro de Frank, y cuando estaba por empujarlo por estar encima de él, Frank abrió sus ojos, mirando a Bert sin ninguna expresión.

- Hola - le dijo Frank y le sonrió como siempre, tan tranquilo que hasta yo pude ver el sonrojo en la cara de Bert - esto se ve muy extraño... - le dijo, mirando la posición en que estaban y quitándose los cascos de sus orejas.

- Si... no estaba en los planes que abrieras antes los ojos - dijo mi amigo y Frank solo se carcajeo suavemente.

- Si, bueno... Salí de ahí - le dije a Bert, pateándolo, haciendo que se cayera a un costado, por lo que mi amigo me quedo mirando confundido. Cuando me di cuenta lo que había hecho, agache la mirada, escondiendo el rubor de mis mejillas - perdón... - dije, mirando para otro lado y Bert solo se rio.

- Que divertidos - dijo Frank y ambos, Bert y yo nos quedamos mirando y luego miramos a Frank, quien solo nos sonrió, mientras se levantaba, apoyando sus manos sobre el pasto, se sacudió la ropa y me quedo mirando - ¿podemos hablar hermano de Mikey? - me pregunto, mientras metía las manos en los bolsillos de sus pantalones.

No te enamores - FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora