Capitulo 21.

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"No deja de ser curioso que sea Gretel, hasta entonces un personaje más bien secundario, quien resuelva el misterio y decida aplicar una suerte de justicia generacional sobre la madre. Hansel siempre se muestra lúcido, astuto, salvo cuando debe enfrentarse a la bruja, es decir, su madre. Y es que el hombre puede caer en muchas miserias, en miles de circunstancias horribles y ominosas, pero difícilmente se resista al pedido de su madre, casi como si devolver la hospitalidad uterina fuese una imposición genética. Gretel, en cambio, piensa con la imaginación. No razona lógicamente, sino con el corazón; y eso es lo que salva a los hermanos del fuego y el canibalismo.

Hay un ejercicio muy sencillo para comprender la verdadera historia de Hansel y Gretel. Refieran el cuento a un niño de cinco años o menos, y luego pregúntenle su opinión. Lo primero que dirá es, con más o menos detalles: "La madre es mala". Su mente se detendrá en el abandono, y el episodio de la bruja será una cuestión menor, anecdótica. Y es que si la madre es mala, deja de ser madre, deja, en la mente infantil, de encarnar el ideal de madre, por lo que la resolución de Gretel queda prolijamente justificada."


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Porque cuando se trataba de Frank, Gerard nunca lograba entenderlo.



*





Paso una semana que no había ido a la casa de Luisa y los había visto a ella y a Frank.

Todo se debía a que mi madre se había tomado una semana de vacaciones, por lo que nos había pedido a mi hermano y a mí que nos quedáramos, que hagamos cosas en familia.

En esa semana me había sentido bien. Hablábamos con Michael de todo y nada, algunas veces me preguntaba por Frank, lo que me parecía raro, ya que ellos eran muy amigo, pero cuando le pregunte el porqué, él solo me respondió que después de graduarse habían perdido el contacto, en parte porque pasaba mucho tiempo con Alicia, quien era su novia, y en otra, porque el de ojos avellanas no salía de su casa.

Le había preguntado a Mikey por nuestro padre, fue entonces que él me conto que se había ido con otra mujer, abandonando a nuestra madre y a él, que nuestra madre no la había pasado bien en un comienzo y que ese era uno de los motivos por lo que nuestra madre trabajaba tanto y no estaba en casa.

No pregunte más sobre nuestro padre, a Mikey le dolía hablar de él, ya que Mikey siempre le tuvo más amor de lo que le tuve yo. En cambio, cuando comenzábamos a hablar de Frank, siempre le cambiaba el tema, y mi hermano no era tonto, sabía que no quería hablar sobre eso, mas no me decía nada, solo me sonreía y me seguía el juego.

- ¿A dónde vas? – me pregunto mi hermano, cuando estaba abriendo la puerta, por lo que gire mi rostro y le sonreí.

- Hace una semana que no veo a Frank y a su abuela, tengo ganas de hablar con ellos – le dije, por lo que mi hermano me quedo mirando, levantando ambas cejas.

- Así que por eso no salía de su casa – susurro mi hermano, más para él que para mí, por lo que lo quede mirando unos segundos y después volví mi vista a la puerta, abriéndola y saliendo.

Me rasque la nariz mientras caminaba, sorprendido un poco de que mi hermano se viera tan asombrado. ¿Será que Mikey no sabía que Frank vivía con su abuela?

No era algo que me sorprendiera, Frank no era de las personas que hablaban de su vida, es más, a mí me había costado bastante conocerlo, y fue gracias a Luisa que lo había conocido tanto.

Sonreí al darme cuenta que yo conocía más a Frank que los demás.

Saque un cigarrillo de mi atado, lo prendí e inhale la necesitada nicotina, llevándola a mis pulmones y dejándola salir por mis labios, sintiéndome un poco incómodo, ya que como había dicho antes, el clima de Jersey estaba desastroso, ahora hacia calor.

No te enamores - FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora