Muñequito [Taekook] [TERMINADA]

Ocho

TaeHyung sacudió la cabeza, creyendo que era suficiente atormentarse con su propia mente.

Aunque no pudo ignorar esa sensación que le daba escalofríos, bueno, a nadie le gustaba ser observado.

Los golpes en la puerta volvieron a sonar, dejó de ver hacia las escaleras, era impresionante que hayan dejado de sonar los pasos de alguien corriendo en el segundo piso.

Aún se preguntaba si era aquello que trató de atacarlo la noche anterior.

Suspiró y se dió la vuelta para ir hacia la puerta.

Pero no sé esperó que su cuerpo chocara con un cuerpo detrás de él. Se paralizó y probablemente en su mente se recitaron todas las alabanzas que se sabía de memoria.

Su cuerpo empezó a temblar cuando sintió una tibia respiración justo en su rostro, cerró los ojos fuertemente, y decidió que, si iba a morir, iba a ser recordando el rostro de aquel que lo mató.

Así que, con mucho miedo, el corazón en la garganta y la sensación de que iba a sufrir un paro cardíaco, abrió los ojos lentamente y miró aquel cuerpo con el que él había chocado sin querer.

¡Es que ni siquiera debió de haber chocado!

Se supone que está solo en esa casona, se supone.

Él está seguro de que el color en su piel desapareció, se le bajó el azúcar y se puso casi pálido al ver la figura frente a él.

De su tamaño, vistiendo una enorme camisa blanca, piernas desnudas, cabello azabache que le cubría los ojos. Pero eso no fue lo que asustó a TaeHyung, no, fueron esos ojos completamente blancos, carentes de brillo, blancos, vacios. Y... Su tono de piel, tan blanco casi llegando a lo azulado, labios resecos, morados y partidos.

Parecía... Muerto.

Muerto en vida.

TaeHyung contuvo la respiración, mientras seguía mirando la imágen del que parecía ser un joven menor que él.

Tal vez se sintió aliviado de que eso o él no haya echo algún movimiento en su contra, parecía también estarlo observando con detenimiento.

El de cabello gris ladeó la cabeza un poco, el azabache lo imitó, pero TaeHyung sintió unas inmensas ganas de vomitar cuando escuchó los huesos de su cuello crujir ante ese simple movimiento.

Ladeó la cabeza hacia el otro lado, sintiendo sus piernas como gelatina cuando obtuvo el mismo resultado que antes.

Tragó saliva cuándo lo vió moverse por voluntad propia y no para imitarlo, alzando su brazo derecho donde notó varias marcas de moretones en su brazo y lo que eran al parecer cortadas en la parte de su muñeca.

Un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió la fría y pálida mano tocar su mejilla, solo unos segundos, acariciando casi con... Miedo.

Y no evitó entrar en shock cuándo vió su apariencia cambiar, a la piel le recobró color, seguía siendo pálido, pero era más una piel lechosa y con brillo, sus labios se volvieron esponjados y de un brillante rosa al igual que su nariz y mejillas, sus ojos tomaron un color verdoso y las marcas en sus brazos desaparecieron.