Veinte

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El muñequito en sus brazos desapareció y TaeHyung sentía que podría morir en ese mismo instante.

Las cosas en la habitación comenzaron a temblar, los recuadros en las mesitas de noche y en las paredes cayeron al suelo ocacionando un fuerte ruido al romperse el vidrio, las cruces que había en las paredes se dieron vuelta quedando al revés, el foco parpadeó hasta reventar en mil pedazos.

Kim miraba en todas direcciones tratando de encontrar a jungkook, pero no lo veía en ninguna parte. Sus amigos se habían abrazado asustados, temiendo por lo que estaba pasando, y él los culpó con la mirada porque si hubieran hecho caso desde un principio su chiquito no se habría molestado.

Ellos tenían toda la jodida culpa y en este mismo instante los estaba odiando.

—¡TaeHyung! ¿¡Que está pasando!? —gritó la pelirroja, escondiéndose en el pecho de Seokjin mientras éste trataba de protegerla con sus brazos.

—¡Tenemos que salir de aquí! —Seokjin gritó, con lágrimas recorriendo sus mejillas y una gotita de sangre saliendo de su frente pues uno de los vidrios del foco había logrado incrustarse ahí.

No sabía lo que pasaba pero tenía miedo, mucho.

—¡Les dije que no tocarán nada, maldita sea! —les gritó él, furiosos pero con el corazón en la garganta, angustiado y con temor de lo que fuera a hacer jungkook.

—¡No sabíamos que pasaría esto!

—¡Prometemos hacerte caso la próxima vez! ¡P-Pero sacanos de aquí...! Por favor.

Rose lloraba a mares, viendo las cosas en la habitación volar por todas partes y estrellarse en las paredes. Estaba temblando y la respiración le fallaba, estaba segura de que en cualquier momento iba a tener un ataque de asma.

Si hubiera dicho que no a la invitación de Seokjin a ver a TaeHyung, si tan sólo no estuviera enamorada de él, no habría venido y esto probablemente no hubiera pasado.

La enorme ventana se abrió de golpe, ocacionando que una ráfaga de helado viento entrara por ésta y los hiciera temblar en sus lugares.

—No habrá una próxima vez. —una voz horriblemente distorsionada se escuchó por toda la habitación, la habitación se volvió más fría de lo que ya era y el suelo debajo de ellos comenzó a temblar.

Era jungkook, TaeHyung lo sabía. Con lágrimas en los ojos miró en todas direcciones, aún sin poder verlos.

—¿Que fue eso? ¿Q-Quien es? —Rose ya no podía más, su respiración empezó a fallar alertando a Seokjin.

—Rose, respira. Vamos, respira.

Ella empezó a hiperventilarse, se estaba poniendo roja, pero TaeHyung no prestó atención a eso, más concentrado en encontrar a jungkook en alguna parte.

—N-No puedo, Seokjin N-No puedo respirar.

—Si puedes, vamos. Haz como yo, inhala, exhala, otra vez, vamos.

Ella trató de hacer lo que Seokjin le decía, logrando un poco volver a tener color en su rostro. El castaño sonrió un poco aliviado.

—¿Dónde está tu inhalador?

—En mi... Bolso.

—Joder, lo dejaste abajo. TaeHyung...

—¡Silencio, maldita sea! —gritó el de cabello gris, harto de escucharlos hablar, sus amigos no podían creer como les había hablado, ese no era TaeHyung. No el que conocían al menos.

La ventana se cerró de golpe, haciéndolos saltar en su lugar, todo dejó de moverse y el cuarto quedó en silencio.

Las cosas terminaron de caer al suelo para no volver a moverse, solo se escuchaban sus respiraciones agitadas, TaeHyung podía escuchar el retumbar de su corazón acelerado justo en sus oídos. Miraron a todos lados, viendo nada más que un desastre en la habitación.

Muñequito [Taekook] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora