Catorce

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TaeHyung se abrigó lo suficiente para soportar el frío que se presentaba fuera de la casona. Al menos un suéter de lana calientito y una chamarra de cuero encima para soportar y mantenerse en calor.

Acomodó el cuello del suéter y miró a jungkook, sentado en un sofá individual mirándolo tan intensamente que se sintió incómodo. Desvió la mirada al cuerpo de éste, estremeciéndose cuando lo vió con sus kilómetricas piernas desnudas, descalzo y tan sólo vistiendo una camisa blanca que le llegaba casi a las rodillas.

Aunque sonara extraño todo lo que estaba haciendo, e incluso era ridículo que estuviera obedeciendo a las peticiones del pequeño azabache, no tenía el corazón para dejarlo salir de esa manera.

Jungkook notó su mirada sobre sus lampiñas piernas y tuvo el descaro de sonrojarse, aún con el rostro inexpresivo.

TaeHyung desvío la mirada a su rostro esta vez, no sabiendo que decir. Bueno si, pero no sabía cómo.

—¿Pequeño? —dijo, llamando su atención. Jungkook lo miró sin emitir palabras— ¿Vas a salir así?

El azabache se miró a si mismo y luego se encogió de hombros indiferente, no teniendo ningún problema con su casi nula vestimenta, TaeHyung ni siquiera sabía si llevaba ropa interior, si salía así se iba a morir de frío.

Bueno, él tenía la sospecha de que muerto ya estaba, pero ustedes entienden.

—¿Que tiene de malo?

—Bueno, pues... Afuera está frío.

Miró al más pequeño y éste lo siguió mirando sin entender lo que quería decir, suspiró, no creyendo lo que le estaba pasando.

—¿Y?

—No puedes salir así, casi no llevas ropa. Te va a dar frío.

Jungkook frunció el ceño y a él no le pudo parecer más adorable.

—Yo no siento frío.

TaeHyung daba gracias al cielo que desde hace rato jungkook había cambiado su tono de voz, ahora era diferente, algo infantil y dulce, la de una persona normal, no era la voz distorsionada de película de terror que había escuchado momento antes.

Tal vez por eso ahora no estaba temblando del miedo al tener una precencia fuera de lo normal conviviendo en el mismo lugar que él. De ser así él seguramente ya se habría muerto de un infarto.

Aunque seguía algo nervioso con su cercania, parecía poder tolerarlo un poco más cuando tenia una forma común, y a común se refiere a una piel lechosa y viva, ojos verdosos, sin ninguna marca en su cuerpo y una voz no distorsionada.

Aún no entendía el por qué de sus repentinos cambios, pero podría acostumbrarse a esta apariencia que tenía por el momento.

Se cruzó de brazos y lo miró alzando una ceja.

—No vas a salir de esa manera. —le dijo con voz firme, como si lo que tenía enfrente no fuera un ente seguramente maligno que podría hacerlo papilla en segundos.

Jungkook lo miró ofendido desde su lugar.

—Si voy a salir así. —respondió el azabache, con voz dura, molesto con lo que le era dicho.

TaeHyung apretó la mandíbula cuando sintió los latidos de su corazón acelerarse, tragó saliva.

—Que no.

—Que si.

Jungkook empezaba a molestarse con la insistencia.

—No.

Se levantó de su lugar y caminó hasta el de cabello gris, viendo cómo este retrocedió un paso a su repentina cercanía, se mantuvo a al menos un metro de distancia.

—Si. —repitió, más fuerte, su pecho burbujeando en ira por no poder hacer lo que él quería.

—¡No!

—¡Que sí!

El aura en la habitación se volvió pesada, pero TaeHyung no lo notó.

—No vamos a ningún lado si no te pones algo más.

La luz del living empezó a parpadear, fallando unos segundos. Fue ahí cuando TaeHyung notó la verdadera mueca de molestia en el azabache, y se arrepintió de haberle dicho no desde un principio.

Que si. —dijo una última vez, su voz volviéndose distorsionada y haciendo que los vellos de TaeHyung se erizarán al ver sus ojos volverse blancos.

El de cabello gris dió un paso hacia atrás, tratando de alejarse del chico que parecía querer golpear algo. Tal vez a él.

—B-Bien... —dijo con la voz bañada en temor, sintiendo de la nada su cuerpo temblar ligeramente.

Los ojos de jungkook volvieron a la normalidad, quitando su mirada amenazante y poniendo ojos de borrego, miró de nuevo a TaeHyung, sonriendo chiquito cuando logró su cometido.

—Bien. —respondió con un deje de alegría notándose en su voz y pasó junto a TaeHyung, abriendo la puerta y luego lo miró sobre su hombro— ¿Que esperas? Vamos.

Cuándo el azabache salió de la casa TaeHyung tomó una bocada de aire para recuperarse del enorme susto que sintió, debería de cuidar sus palabras de ahora en adelante, no quería hacer enfadar al chico y morir en el proceso.

—Joder.

—¡TaeHyung!

—¡Voy!

Kim miró el living, todo normal y la luz había vuelto a ser brillante como en un principio, ya no parpadeaba.

Maldito infierno, se había metido en grandes problemas.

Salió de la casa y fue directo al jardín trasero, dónde recuerda haber visto la casa del árbol en un árbol enorme y viejo.

Al llegar ahí el aire se volvió mucho más frío de lo normal, por lo que se abrazó a su mismo frotando sus brazos para darse calor. No vió a jungkook por ningún lado.

—¿Pequeño? ¿Jungkook, dónde estás?

Miró en todas direcciones.

—¡Aquí arriba!

Levantó la mirada y sus ojos casi salen de sus cuencas de tanto que los abrió al ver al azabache colgado de sus piernas en una de las grandes ramas, dejando su cabeza colgando. TaeHyung se puso pálido de solo pensar en la posibilidad de que el chico cayera de la rama.

La camisa del azabache tenía algo que hacía mantenerla en su lugar, por lo que no se movió ni siquiera con el aire.

—¡¿Que haces ahí!? ¡Te puedes caer!

—¡Estoy bien!

—¡Baja ahora mismo!

—¡No me da la gana!

TaeHyung gruñó ante eso, frunciendo el ceño cuándo lo escuchó reír divertido, antes le hubiera parecido una bonita risa si no fuera porque estaba a punto de darle un infarto.

—¡Jungkook, baja ahora mis-...! ¡JUNGKOOK!

TaeHyung corrió con todo lo que pudo al ver una de las piernas de jungkook safarse de la rama, dándole una inmovilidad y gritando de temor. Se colocó debajo de la rama, teniendo que el azabache cayera al suelo y fuera a lastimarse.

—¡TaeHyung, ayúdame!

—¡No te muevas!

—¡Me voy a caer!

La voz llena de temor del más pequeño hizo que su corazón se partiera.

La pierna de jungkook se safó de la rama, el azabache gritó horrorizado al sentir su cuerpo caer, TaeHyung sintió que se desmayaba y por tratar de atrapar el cuerpo de jungkook se tropezó con una piedra, cayendo en su espalda, dándole un punzante dolor.

Luego sintió un peso muerto sobre su cuerpo. Pero no supo nada más porque todo se volvió negro para él.














Y


Muñequito [Taekook] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora