Cap 15 "Regreso"

246 28 23
                                    

-¿Delia? ¿Eres tú?

Los ojos de Edmund no lo podían creer y es que no veía a Delia desde hace un largo tiempo. La joven trigueña, alta y sofisticada es hija del gobernador en Galma y se conoció con los cuatro reyes cuando estos se embarcaron de visita hacia la isla. Y en una de las pocas veces que Susan puso un pie fuera de Cair Paravel. Al siguiente año, Delia visitó el castillo de los Reyes por un mes. Ella se amistó bastante con Susan y solían dar paseos al rededor de la playa para cotillear sobre príncipes extranjeros. Durante toda esa época, Edmund se sentía como en las nubes con la presencia de la muchacha: Era amable, linda y lista. Pero Delia no parecía muy interesada en el joven Edmund con tres años menos que ella. De todas formas, cada vez que intentaba hablarle solo se le escapaban cosas que resultaban ser poco interesantes para una dama de la nobleza ya que ella nunca se animaba a continuar con la conversación. La verdad es que, contadas con una mano, fueron las veces que pudieron hablar de manera fluida.

La ultima tarde que Delia se hospedó en Cair Paravel, la joven bajó hasta la playa y se descalzó para tocar el mar con sus pies. A lo lejos le observa Edmund, quien le seguía donde quiera que fuese pero desde lejos para que ella no se diese cuenta. Pero Delia era muy atenta y siempre supo que él la observaba a lo lejos. Es como si su energia fuese facil de percibir. Cuando se volteó a verlo, lo llamó haciendole señas con su mano y él, tímidamente se dejó ver por encima de una gran roca.

-Me embarco mañana de regreso a mi hogar, Majestad -dijo Delia una vez que el joven Rey se acercó lo suficiente como para oírla por el ruido de las olas del mar- Y es muy probable que no nos veamos por un largo tiempo.

-¿Por qué no te quedas un poco más? -preguntó Edmund.

-Si me quedo mas tiempo, es muy probable que termine flechada de alguien.

-¿De qué hablas? -Edmund enarcó una ceja- ¿De Peter?

Delia se acerca, toma al muchacho por los hombros y le da un beso. Edmund puso los ojos como un huevo frito pero se dejó arrastrar por aquella nueva y placentera sensación. No supo que hacer, mas que atinar a cerrar los ojos y suspender sus manos en el aire. Sintió aquella aceleración en el corazón y las mariposas en el estomago de las que años mas tarde habló Talita. Y es por eso que no accedió a la propuesta del Rey Lune: Lilian no provocaba todo eso en el joven Rey. Aquel momento imborrable para Edmund apenas duró unos cuantos segundos, para ser coronado por un "Lamentablemente no podemos estar juntos, Majestad". Delia se alejó sin decir nada mas y volvió a Cair Paravel para luego embarcarse. Nadie, excepto ambos, supo de aquel beso. Era un secreto que emocionó a Edmund algunos meses, pero luego lo olvidó entre guerras, pubertad, juicios y la ausencia de comunicación. Aunque Edmund nunca entendió aquello de que no podían estar juntos. Claro que si lo hubiese ordenado si era posible. Ni idea por qué no la detuvo para decirle.

Edmund envió cerca de seis cartas durante dos meses pero ninguna fue respondida

Desde ahí, nunca mas se encontraron hasta esa noche de fiesta. Delia no había cambiado nada y destacaba en el castillo con el vestido rosa danzando de un lado a otro. En cambio ella si había notado que el joven había ganado altura, musculatura y madurez. Edmund se sentía completamente impresionado: No esperaba volver a ver a quien resultaría ser algo así como su primer amor.

-Majestad, he regresado -dijo la muchacha al oído mientras le abrazaba.

No duraron mas de dos minutos danzando porque los deseos de conversar y ponerse al día con sus vidas era mucho mas interesante que hacer acto de presencia en una fiesta.

Las noches frente a la brisa marina de Narnia suelen ser muy frías. Ambos se acercaron a un balcón que da en dirección hacia el mar y el maravilloso cielo estrellado. Delia parecía tener frío en sus brazos así que Edmund, de manera cortés, quitó su capa y cubrió el espaldar de la dama. Ella susurró un suave "Gracias". Ambos empezaron comentando acerca de la fiesta; Delia confesaba que Susan ni siquiera se había percatado de su presencia porque estaba muy entusiasmada con el baile y las copas. Le llamaba la atención porque era la primera vez que la veía "tan fuera de reglas". Luego le pidió que le contara acerca de lo sucedido en Archenland, a lo cual Edmund relató desde su llegada hasta su regreso. Delia se vio muy sorprendida mientras el rey hablaba sobre el duelo con Rabadash. Luego de un largo rato, Delia propuso bajar a la playa y Edmund accedió. Al llegar, se quitaron sus zapatos y hundieron sus pies en la arena.

La Propuesta (Edmund Pevensie Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora