LEXA
Jacobo se estrella contra el edificio y estoy a punto de caer del asiento cuando David choca contra mis piernas haciéndome permanecer en él. Sarah y yo abrimos las puertas y bajamos en el mismo instante en que la camioneta donde viene mi hermano entra en el edificio. El vehículo tiene daños en los laterales y al parecer hay cuatro heridos.
Evan grita que nos pongamos en acción y me pide que cuide sus espaldas y eso haré.
—¡Ustedes! —digo señalando a cuatro hombres a mi derecha —. ¡Defiendan la derecha por el callejón! ¡Tú! —señalo a la muchacha que venía con nosotros —. ¡Y ustedes dos! —ordeno a los últimos hombres — ¡A la izquierda por la salida de emergencia! ¡Nosotras al centro por el agujero! ¡YA! ¡Rápido!
Las camionetas se detiene a doscientos metros y abren fuego, por lo visto confían en que sus compañeros francotiradores y ellos nos tiene rodeados, al igual que nosotros confiamos en que Evan y el resto acabaran con ellos y podrán ayudarnos desde arriba con las patrullas.
—¡Liz! —le grito a la joven a mi lado —. ¡Dispara a todo lo que se mueva. Nadie entra en el edificio, me escuchas!
No sé si me contesta o asiente. Tomo aire y me lanzo al otro lado del agujero con una lluvia de balas que me pasa rosando. Fuera del cosquilleo en los dedos por la adrenalina no siento nada más, así que estoy bien. Abrimos fuego contra las camionetas y para nuestra sorpresa hacen lo posible por no dispara, eso solo puede significar una cosa; ya no tienen municiones.
—¡ALTO! ¡No dispares! —ordeno a Liz que me voltea a ver con incredulidad.
—¡¿Qué? ¿Qué carajos te pasa?!
- ¡Sé lo que hago! ¡Ve y diles que dejen de disparar, ya no tienen balas, esperemos a que salgan!
El rostro de Liz refleja clara frustración al verse obligada a obedecerme, pero con todo y eso se dirige en dirección al resto y pronto los disparos cesan, lo que les da la suficiente confianza a los soldados para salir y avanzar. A penas se alejan veinte metros de las patrullas, nuestros disparos sacuden sus cuerpos.
Pasan los segundos y no se ve más movimiento así que Liz se une nuevamente a mí y salimos a inspeccionar, cuando una camioneta acelera en nuestra dirección. Disparo directamente al conductor, la camioneta pierde el control y termina impactándose en el edificio de lado. Entonces todo se vuelve confuso: cinco personas bajan y comienza a disparar. Corro tan rápido como puedo de regreso al edificio y me dispongo a disparar, pero ya no tengo cargadores.
—Mierda —maldigo por lo bajo.
Me he dejado las municiones en la camioneta y no hay tiempo para ir a buscarlas.
Liz ha llegado al interior del edificio y veo que se recarga en la pared. Saco mi arma compacta y disparo a dos sujetos en mi campo de visión, eso nos deja con tres. Por un momento todo se queda en completo silencio y mis ojos buscan desesperadamente un blanco, pero es mi oído derecho quien lo localiza; me giro rápidamente y disparo, pero solo impacto su brazo derecho. Me dispongo a disparar nuevamente cuando una mujer por el olor de su loción me taclea y vamos a parar al suelo. Suelto un gemido y apenas recupero el aliento golpeo con mi palma su nariz, lo que hace que se le escape un gruñido y me suelte. Me pongo en pie rápidamente y busco mi arma, no obstante se encuentra a dos metros. La mujer ya está frente a mí y no tiene arma así que ambas nos lanzamos por la mía. Mi pierna reclama por el esfuerzo y para colmo es ella quien la sujeta primero, y una milésima de segundo después tomo el arma por un costado y con mi codo izquierdo golpeo su fosa del codo al tiempo que con mi puño derecho golpeo nuevamente su nariz sangrante. Su mano afloja el agarre en la culta del arma y la tomo al instante que veo de reojo como el sujeto al que le dispare en el hombro se dirige a las escaleras. <<Va por Evan>>
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PROTOTIPO CR-6: LIBERACIÓN
Ciencia FicciónTras abandonar a Lexa y a Hana en la Ciudad, y con la muerte del Capitán Covarrubias y el General Johnson; Evan y Jacobo quedan devastados, siendo su única esperanza para recuperarlas, el confiar en lo desconocido; que junto con su dolor y sed de ve...