Capítulo 16

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Después de lo sucedido en mi cumpleaños, aparte de pillar un catarro descomunal y aparte de que mis amigos y yo dejamos totalmente de jugar al Minecraft, Luna y yo hicimos las paces entre película y película. En ningún momento discutimos pero era cierto que estaba un poco molesto por lo que había pasado; era algo que hacía siempre, me irritaba algo y simplemente me callaba hasta que explotaba. A veces, durante el tiempo que pasábamos juntos ,arropados por una misma manta, Luna me preguntaba por qué estaba tan serio.

- Es que...- empezaba- Nada, nada... estoy muy pendiente de la peli.

Ella fruncía el ceño pero no sospechaba de nada. 

Creo que uno de mis mayores problemas era que, a pesar de tener una confianza de oro con mi hermana, hacía todo lo posible para ponerla triste, enfadarme con ella o simplemente hablar de cualquier cosa que pudiera perjudicar nuestra relación. Otro de esos grandes problemas era Ángel que, aún incluso sin verle la cara, pensaba en él y contaba minuciosamente el tiempo que faltaba para volver a clases. Lo que más quería en Navidad era vivir para siempre con Luna en nuestro cuarto y ver películas de Disney en pijamas. 

Hablando de Navidad... ese año no fue de las mejores que hubo.

- Apolo-me llamaron días antes mis padres.

Estábamos en la cocina y tenían cara seria, pensaba que me iban a volver a hablar de lo de mi cumple.

- ¿Qué pasa?

- A lo mejor Papá Noel no te puede traer la Xbox One...

- ¿Qué? ¿Por qué? Si he sido un niño bueno...

Mi padre era el que parecía más nervioso.

- Porque... este año muchos niños han pedido ese regalo. 

Seguía sin creérmelo y mi respuesta a todo fue empezar a llorar. 

Mi madre me abrazó. 

- El año que viene seguro que hay para tí. 

- Pero yo la quiero este año- sollocé.

- Cariño, las cosas no siempre suceden como queremos. 

Ángel de nuevo apareció en mi mente. 

- ¿Y si no pasan como queremos qué hacemos?

- Aceptarlas- respondió ella. 

A día de hoy, sigo lamentando haberme llevado esa lección a cualquier situación. 

- Este año no me está gustando...- dije.

Mamá suspiró y le dedicó una mirada a Papá. 

- A tu padre tampoco...

- ¿A él tampoco le van a regalar lo que quería?

Ahora fue él quien me abrazó.

- Apolo, no es eso, es que... me han echado del trabajo.

Pese a su tono de suavidad sonó muy duro. 

- ¿Cuándo?

- Hace unos días.

- Pero- Me separé de ellos- ¿Por qué? ¿Has hecho algo malo?

Mi padre negó con la cabeza. 

- No hace falta hacer cosas malas para que te pasen cosas malas- respondió.

- Pero... ¿y te da igual?

- Claro que no, hijo. Estoy buscando más trabajos. 

Agaché la cabeza. 

En la Luna residen mis esperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora