Capítulo 20

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Esa foto hizo que todo en mi vida empeorase. Luna no me dijo nada pensando que no me importaba y yo fui consciente del problema el lunes siguiente. 

Faltaban pocos días para las vacaciones pero teníamos exámenes y faltar a clases no era una opción. Hice el mismo recorrido de siempre y me puse a hablar con Fran y Luis mientras esperábamos en los pasillos. 

Tenía examen de física y no me percataba de lo que pasaba por aquel entonces.

- Tíos- dijo Fran- ¿Por qué nos miran tanto?

(Es importante destacar que ni mis amigos ni yo teníamos Instagram)

Luis y yo nos miramos y comprobamos que era cierto: había muchas personas a lo largo del pasillo que nos observaban con una sonrisa y murmuraban divertidos. Decidí no darle más importancia y continué repasando. 

En la siguiente hora las miradas y las carcajadas aumentaron. Me sentía muy incómodo.

 Luna, como siempre, apareció para ver cómo estaba y agradecí mucho su presencia pero cuando se acercó a mí parecía triste. 

- Hola- saludé- ¿Estás bien?

Ella evitaba mis ojos. 

- No...Me  siento culpable. 

Creía no haberla oído bien. 

- ¿Culpable de qué?

- Apolo, no ignores lo que está pasando, sabes que te están mirando a tí.

Sentí un sudor frío recorrerme la espalda. Giré la cabeza rápidamente y me di cuenta de que no se estaban riendo de Fran o de Luis, sino de mí. No sabía que yo era el chiste. 

- No te entiendo - tartamudeé.

Le dediqué una sonrisa como las que le dedicaba para ocultar lo mal que estaba pero la de ese momento no tapó nada, es más, mostraba cómo me temblaba la boca. La mano que tenía en el bolsillo la usé para pellizcarme en el muslo porque deseaba que aquello fuese una pesadilla. La verdadera pesadilla fue cuando no me desperté de ningún sueño y lo que estaba pasando era real. 

Luna parecía ser un reflejo de mi sufrimiento. 

- ¿Te acuerdas de la foto del cohete? - Estaba haciendo un gran esfuerzo en no echarse a llorar. 

Asentí lentamente. 

- Pues...

En ese momento, por encima de su hombro, a lo lejos, vi cómo Ángel me enseñaba una foto en su móvil y se echaba a reír. Era la foto en la que posaba con la bandera al lado del cohete.

Mi hermana iba a cogerme de la mano pero en ese instante todo lo que me salió fue darle un empujón. El pasillo ruidoso se convirtió en un público lleno de curiosidad y ganas de conflicto. Luna ignoró lo que había hecho y se volvió a acercar a mí. Ambos teníamos la misma cara de estar pasándolo mal. 

- Apolo, por favor, podemos hablarlo...

Me volvió a tender la mano y yo la rechacé con un manotazo. Había estallado un volcán dentro de mí. 

- Déjame en paz.

- Pero quiero solucionarlo, podemos solucionarlo juntos. 

- ¡He dicho que me dejes en paz de una puta vez, joder!- chillé. 

Me fui corriendo al baño, haciéndome paso entre la muchedumbre. Creo que Fran y Luis me seguían pero les cerré la puerta del lavabo en las narices y les impedí entrar.

- ¡Apolo, da igual lo que ha pasado! - decía Luis al otro lado- ¡La gente se va a olvidar pronto, no le des vueltas!

- Déjanos entrar- pidió Fran.

En la Luna residen mis esperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora