SIETE| Darte lo que nadie te ha dado

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CALIAN.

Yo... Calian Hall, fui secuestrado y marcado por un Gamma.

¿Qué va a ser de mi vida ahora?

Estaba sentado en una banca mientras era vigilado por ocho alfas, agradecí que me dieran mi espacio porque si se me pegaban iba a correr sangre. Pero eso no era lo que me preocupaba, sino la alarmante noticia que leía en la pantalla de mi celular que Alexandrey me dio.

ASESINAN BRUTALMENTE A CALIAN HALL.

Continué leyendo la noticia mientras pensaba en mis padres y un nudo en mi estómago me provocaba reflujo. Estaba... ¿muerto? No, al menos no de verdad.

—¿Esto es obra de Alexandrey? —pregunté al alfa que estaba más cerca, si mal no recordaba... su nombre era Gray.

—El señor necesitaba una coartada —intentó darme una explicación en vez de una respuesta y aunque no era lo que quería, guardé silencio y lo escuché—. Así que se encargó de todos los detalles junto a Haru-sama.

Así que en verdad había fingido mi muerte y ahora tenía que despedirme de mi vida de ensueño... ni siquiera había terminado la universidad, me faltaba un semestre para hacerlo, ¿y mi familia? ¿Y la fortuna que tenía como herencia? Todo se había perdido ahora.

Suspiré frustrado, esto me ganaba por andar de caliente. Lo peor era que no podía recriminar algo porque no fui consciente de nada y Alexandrey menos, pero...

Pero depender de él de ahora en adelante no me agradaba.

Así que volví. Cuando llegué me encontré enseguida con Haru y pasé mi mirada por el lugar, se le veía tan cómodo al lado de Alexandrey. Mi corazón se llenó de un extraño sentimiento de celos cuando el Gamma se le acercó y sujetó su mano para ir a la cocina.

Los seguí como un gato arisco y me senté lejos.

—¿Crees que puedas preparar algo decente? —estaban hablando de algo que yo no entendía y eso me molestó más.

—Será mejor que vayas a verlo, y más vale que le expliques la situación.

Alexandrey iba a protestar, pero una presencia interrumpió su plática y de pronto me vi preguntando qué mierda pasaba.

Un Dominante llegó y de la nada se lanzó a los brazos de Alexandrey. El Gamma no tuvo intención de apartarlo, al contrario, lo recibió y aceptó que lo besara.

—No puedo creer que me hayas hecho venir hasta aquí —el Dominante protestó.

Haru corrió hacia mí y me pidió guardar silencio. No entendía qué pasaba, esto había sucedido demasiado rápido y mi cerebro no terminaba de procesar nada.

—Mamá —¿qué?—, voy despertando y justo pensaba comprar algo lindo para ti e invitarte a cenar esta noche.

—¿Es así? Parece que tienes otros planes —nos miró. Joder, ¿qué era este hombre? ¿Un ángel de la muerte?

Tenía unos ojos color rosados tan profundos que me cautivé enseguida. Su cabello negro y largo caía por su piel blanca y ese traje negro que dejaba su pecho a la vista lleno de adornos me hizo agua la boca. Sus feromonas también eran preciosas.

Como oler una rosa.

—Hablemos esta noche, reservé una cena en tu restaurante favorito.

—¿Él es el Dominante que te engatusó? Bueno, es lindo.

Hice un asentimiento y me dejé arrastrar por Haru hacia el cuarto de huéspedes.

—Creí que Alexandrey no tenía padres —me recordé a mí mismo.

Abismo InmoralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora