VEINTICUATRO| Cuídalos

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CALIAN.

—Pensé que era cierto el rumor sobre que habías muerto, pero tu familia nunca hizo un funeral ni dio un aviso. Me alegra que no haya sido real.

—Puedes decir que regresé de entre los muertos —sonreí—. ¿Qué tal estás, Roandi?

—Mejor que nunca, tuve una buena racha mientras no estuviste, ¿qué tal te fue a ti?

—Nada de otro mundo.

—¿Pero eso no es una marca?

—Ah, ¿esto? —toqué la marca de Alexandrey y negué burlón—. Es de un Gamma.

—Puta madre, ¿en serio?

—Es bastante posesivo y miserable como un perro callejero, pero tuvo mala suerte.

El alfa sonrió al comprender mis palabras y alcé su bonito rostro perlado por el sol para deleitarme con esos ojos color chocolate. Tampoco aguanté mucho las ganas y lo besé un poco.

—¿Lazos y marcas? Soy un Dominante y yo no sé de esas mierdas.

—Bastante lamentable para ese Gamma, ¿no?

Continué disfrutando estar entre sus brazos. Roandi me gustaba bastante y jamás habíamos tenido nada serio. Era sexo y salidas ocasionales donde compartíamos lamentos y a veces pensamientos personales que al final ni siquiera nos importaban demasiado.

Podría decirse que era la persona más real que tenía a mi lado.

Roandi Escobar, ese era su nombre y pertenecía a una familia de prestigio aquí en México. Lo conocí a mis 10, pero no fue hasta los 17 que volví a verlo y el muy bastardo me pidió tener sexo.

Dijo que solo me quería para eso y después se volvió una rutina verlo de vez en cuando.

Como sea, esta noche quería divertirme un poco.

—¡Papá!

Bueno, iba.

—¿Tienes un hijo? ¿Qué...?

Roandi me miró sorprendido y se alejó de un salto tan aterrado que me reí de su reacción.

—¿Cuántos años tienes Alex?

—Así —extendió sus manitas y formó el número 10.

—¿Ves? Tiene 10 y yo 19, ¿sabes contar?

—Mierda, no parece de 10 años, ¿es omega...? No, ¿beta?

—Beta —mentí—. Es pequeño porque nació antes de tiempo, es hijo de un socio de mi padre.

—Oh... aunque tiene tus feromonas encima, ¿cómo lograste que un beta desprenda tu aroma?

—¿Disculpa? Estos niños no huelen así.

—Sí, huele idéntico a ti, por eso me confundí y pensé que era omega, bueno, supongo que si pasa mucho tiempo contigo podría darse el caso. Eres Dominante encima.

Oniel había dicho que estos niños eran Deltas.

¿Cómo eran los Deltas? Se decía que ahora eran más un rumor y si los Gammas eran raros, los Deltas eran como un unicornio. No era ignorante y sabía que la sociedad había tomado una decisión que no les correspondía, por eso recordaba que en el pasado el mundo era como una jerarquía que tenía a los tiranos por líderes.

Primero eran los Gammas, después los Dominantes, le seguían los Deltas, Alfas, Betas y por último los Omegas.

Pero para un Gamma era más importante un Delta por su tolerancia a sus feromonas, así que solo se relacionaban con ellos, y eso los hacía demasiado peligrosos.

Abismo InmoralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora